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San Rafael Entrevista Viernes, 4 de Setiembre de 2020

La cuarentena los inspira: ‘Esto nos ha movilizado a salir de la zona de confort’

Ivana Masotta es instructora de Yoga y una apasionada por el pole dance, una disciplina que cada vez suma a más adeptos en San Rafael. En este ciclo de entrevista hablamos con ella sobre sus pasiones y cómo ha llevado sus actividades en estos tiempos de pandemia.

Viernes, 4 de Setiembre de 2020
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6/9/2020

Ivana Masotta, es oriunda de Buenos Aires pero hace unos años eligió nuestro departamento para vivir junto a su familia y ya es toda una sanrafaelina por adopción.

Ella es profesora de Yoga en sus diferentes especialidad Yoga Integral, Terapeutico, Power Yoga, pero además es masoterapeuta y realiza otras terapias complementarias como la floral, reiki, entre otras. “Son terapias complementarias y no alternativas porque no se trata de un blanco o negro, si no que van de la mano de otras especialidades. Hay muchas personas que vienen derivadas de psicólogos o psiquiatras, porque además de la medicación necesitan otro tipo de terapias para complementar los tratamientos” aseguró.

Entre sus pasiones hace dos años, incentivada por una amiga descubrió el pole dance y si bien asegura que empezó como un hobbie con el propósito de fortalecer músculos, hoy con el caño ya instalado en el living de su casa lo practica frecuentemente y se ha sumado a las otras actividades que lleva a diario.

En este segmento (La cuarentena los inspira) que busca reflejar las actividades, interpretaciones y creaciones de sanrafaelinos en estos tiempos de pandemia del Covid-19, dialogamos con ella sobre su presente, sus proyectos y mucho más.


¿Cómo te encontró la pandemia?

Me encontró con mis clases y mis actividades cotidianas con las otras terapias que hago y al principio como todos fue pensar cómo seguimos, porque la gente quería continuar con las clases pero no se podía abrir. Asique empecé con clases virtuales primero por Instagram, para probar cómo salía y cuando vimos que iba para largo, nos organizamos y buscamos otras plataformas para llegar de mejor manera.

Con el consultorio pasó lo mismo, pero estuve más parada, en ese sentido fui cautelosa y cuando habilitaron toda la parte de kinesiología, pude reincorporarme a esa actividad, pero sólo doy dos turnos por día. Porque también tengo que atender a mis hijos, en estos tiempos en los que se educan en casa.

Y como alumna de pole dance también continuamos con clases virtuales y de hecho pude hacer una capacitación con una profesora de Buenos Aires, donde obtuve una certificación de cinco módulos. Tengo el caño en casa en el medio del living (risas) asique ahí practico y todos en casa acomodándose a eso para no chocárselo (risas).


¿Cómo llegó el yoga a tu vida?

Tenía un estudio de yoga a dos cuadras del departamento donde vivía en Buenos Aires y siempre pasaba por la vereda, y un día sentí el olor a sahumerio, me detuve, vi el cartel, entré. Desde ahí arranqué y nunca más paré.

En mis dos embarazos hice yoga y después hice el profesorado un poco incentivada por los pacientes a los que les hacía masajes, porque les recomendaba la actividad y me decían ‘y por qué no nos das vos yoga’, asique ahí me decidí.

¿Y el pole dance?

Lo del pole dance surge hace dos años como un hobbie, a raíz de mi amiga Gabriela Mancilla que es mi instructora que me convenció de empezar. La verdad que fue un doble beneficio, porque fue en un momento en el que yo me encontraba con muchas contracturas, yendo a traumatólogos y kinesiólogos y todo indicaba que tenía que fortalecer la masa muscular de la espalda, ya que a pesar que trabajo con yoga, entrenaba más la flexibilidad, pero no podía ganar fuerza y con pole dance ganás esa fuerza.

En mi caso, yo practico pole sport, como dice la palabra es deporte. Es muy lindo la verdad que encontré un deporte terapéutico.


¿Cómo te inspiró la cuarentena?

Desde lo creativo mucho, tratando de salir de la zona de confort, ideando talleres que tengo pensado dar y cursos. Hace mucho que estoy al servicio, por ejemplo a dar una sesión de reiki, pero no de hacer un taller de un nivel de reiki.

Siempre me lo pedían y no me organizaba para dar los talleres, para poder capacitar y ahora con este tiempo estoy escribiendo y me estoy organizando.

¿En lo personal cómo se lleva este tiempo de pandemia?


Tenemos a nuestra familia en Buenos Aires, asique desde febrero no los veo, pero se extraña mucho y mis hijos preguntan por los abuelos. Por suerte tenemos la posibilidad de hacer videollamadas todo el tiempo, pero se extraña mucho el contacto.


¿Y acá en el estudio, cómo se están dando las clases?


Con mi compañera Fernanda seguimos trabajando, ella con pilates y yo con yoga porque tenemos a muchas personas que vienen derivadas de médicos que necesitan trabajar su columna, su cintura, eso les hace bien.

Entonces la idea es no cortar con la actividad pero brindarles la tranquilidad de que los estamos cuidando. Higienizamos todo el tiempo los elementos, estamos con el salón al 30 por ciento de ocupación, respetando el hecho de concluir las clases unos minutos antes para que no se junte el alumnado y realizar así la desinfección correspondiente y ventilar.

Y siempre expectantes a lo que decidan las autoridades, en caso que debamos volver a cerrar. Pero por el momento creo que tomando los recaudos pertinentes, va a estar todo bien.


¿Proyectos a futuro?


Esto nos ha movilizado a salir de la zona de confort, asique hemos pensado el año que viene mudarnos a un estudio más grande, porque dada la capacidad que tenemos acá hemos tenido que reducir mucho la cantidad de alumnos para que se mantenga la distancia.

Asique queremos tirarnos a la pileta, buscar un estudio más grande, capacitarnos más y por qué no abrirlo a otros disciplinas que puedan sumarse.

¿En qué crees que nos va a transformar esta pandemia?

Esto ha sido un cambio de paradigma y una toma de conciencia generalizada, la gente estaba muy ensimismada y con esto vemos y pensamos todo de manera más global. La gente piensa en cuidarse, cuidar a los suyos y a los demás.

Veo que la gente está más solidaria y atenta a lo que pasa al lado, lo veo en mis grupos de vecinos, de amigos, con mis alumnas y pacientes, que estamos todos tratando de tejer una red y abrazarnos entre todos, para que este momento pase lo mejor posible y a cuidar mucho a los adultos mayores y a los peques, a los niños hacerles pasar este tiempo de la mejor manera, siempre me acuerdo en estos tiempos de la película “La vida es bella” donde el papá le hace al hijo como un cuento de lo que pasaba en ese momento y creo que un poco hay que hacer eso con ellos, tratando de que lo pasen como un momento diferente, pero no malo.


Y como positivo veo además que cómo se virtualizó todo, la gente fue dejando de dedicar sus momentos libres a las pantallas y han empezado a entrenar o hacer otras cosas en sus tiempos libres, hay que tratar de ver el vaso medio lleno.

Para cerrar yo los invito a conocer el yoga, en You Tube hay un montón de maestros que brindan sus clases de forma gratuita. El yoga es una forma de vida, donde la respiración toma un papel preponderante te invita a mirar adentro para poder sacarlo afuera.