El arte de pintar con los dedos

2/5/2021

San Rafael es cuna de grandes artistas que se destacan por su talento en los diferentes lenguajes y expresiones.

Dentro de las artes visuales hemos conocido a través de nuestra entrevistas semanales a innumerables pintores, escultores, ceramistas, y hoy conoceremos a Roberto “Charly” Morales, un eximio pintor que realiza magníficas obras de arte de dactilopintura en cerámica y madera. 

¿Cuándo nace la pasión por el dibujo y la pintura?

Yo lo que recuerdo siempre es que en la primaria teníamos de esos bancos de madera que venían antes, y un día empecé a dibujar la cabeza de un caballo, cuando tenía algún momento mientras hacía la tarea, día a día le iba agregando más detalles al dibujo, hasta que ese dibujo que empezó a ser un caballo terminó en un circo.

Creo que ahí empecé a descubrir cuánto me gustaba dibujar y ahí creo que nació todo.

¿Y en tu familia, hubo alguien que te transmitiera esta pasión?

Mi papá siempre me contaba que a él le hubiera gustado viajar mucho y a medida que fuera viajando soñaba con ir retratando los paisajes que fuera viendo, pero él no dibujada nada (risas).

Era como un deseo interior suyo, y un poco por eso también creo que lo seguí yo.

¿Y cuándo empezarte a dibujar no sólo para vos, si no para compartir tú arte?

Mis primeros dibujos los regalaba generalmente, hasta que un día mi señora me sugirió que comenzara a ofrecerlos. Fue entonces cuando empecé en la plaza Francia con mis primeros dibujos, cuando la plaza no era lo que es ahora.

¿Siempre pintaste en azulejos?

Si al principio sí, en realidad es lo mejor, pero después la fábrica no hizo más azulejos y ahora estamos pintando en MDF que es una madera blanca laminada y funciona bastante bien, aunque no quedan los efectos como quedaban antes en el azulejo, pero me estoy defendiendo con eso.

¿En cuántos minutos haces un dibujo?

Mi caballito de batalla es una madera de 15 x 20 centímetros que es el tamaño de un azulejo, me demoro un minuto, si es un paisaje sencillo, sino dos como mucho, dependiendo del paisaje.

¿Cómo es la técnica y qué herramientas utilizas?

Siempre con los dedos, y uso otras herramientas que son un palito porque como soy bueno para el dibujo y un hisopito que también armo yo como para hacer otro efecto, y la pintura que se usa es el óleo.

¿Y el secado?

El óleo cuesta bastante para que seque, pero para eso me ayudo con un aerosol. Antes conseguía un aerosol importado que secaba prácticamente en el acto, si vos lo tocabas con la mano a penas lo terminabas de pintar no se salía.

Pero lamentablemente se fue muy caro, por lo que ahora uso otro que no es lo mismo demora un poco más, entre 4 o 5 horas.

Por eso trato de hacer un stock para llevar para vender y de todos modos en la plaza igual hago la demostración. Así la gente que lo compra ya se lleva seco el dibujo.

Me ha pasado que iba a fiestas grandes y hacía uno atrás del otro y muchas veces la gente se los llevaba frescos y me daba pena, el pensar cómo iban a quedar esos dibujos, si se les corrían.

¿Lo que más se hacen son paisajes?

Si sí eso es lo que más hago, que es lo más rápido y por ahí me gusta trabajar con el turista preguntarle sobre eso que vio, que le gustó, y así es más fácil.

¿Has tenido la oportunidad de recorrer otros sitios mostrando tu arte?

Si he ido a varios festivales y en Chile tengo una hermana en Viña del Mar y cuando he ido a visitarla me llevaba mis cosas para trabajar allá con esto.

Cuando la gente te ven trabajar en la calle ahí los atrapas, si llevas una tanda ya pintados te cuesta venderlos, pero cuando te pones ahí a pintar atraes a la gente y vendes.

¿Has tenido la oportunidad de ver tus obras en alguna casa?

Cuando pintaba azulejos, algunas personas me contaban que lo llevaban para colocarlo en algún baño o cocina, pero nunca lo he visto puesto.

¿Y en tu casa?

Mi casa es como dice el dicho en casa de herrero, cuchillo de palo, las paredes de mi casa están lisas, entrás no lo podes creer (risas).

¿En San Rafael dónde podemos encontrarte?

Más que nada en la plaza Francia, anterior a la pandemia tenía un permiso para trabajar en la vereda y solía instalarme frente a Ketobac, pero ahora más que nada estamos en la plaza los sábados y domingos de 15 a 21 porque es temporada baja.

¿Cómo se viven estos tiempos de pandemia y el aislamiento del año pasado?

Tuve algunos pedidos, como por ejemplo unos murales en las paredes en algunas cabañas, pero lo de las las tablitas no lo pude hacer hasta que empezaron a habilitar y no sé cómo será próximamente si vuelven las medidas.

¿La familia te acompaña?

Sí mi señora es maestra jardinera asique está muy vinculada con las artes visuales y le gusta mucho dibujar, siempre me acompaña. Y nuestros seis hijos también siempre han estado ligados al arte desde otro lado algunos con la danza y otros con las artes visuales, los tres más grandes se egresaron del Polivalente y actualmente hay dos más estudiando ahí.

Y con mi hija mayor teníamos hasta hace unos días un tallercito de cerámica con mi hija mayor que se llamaba “La casa del abuelo”, pero con la lluvia tan grande de la semana pasada se nos rompió el horno que es carísimo y parte del taller, con eso nos defendíamos pero ahora nos quedamos sin nada, pero con la fe de que vamos a volver a empezar.

¿Te cuesta desprenderte de tus obras?

No a mí no me cuesta entregar las cosas que hago, para mí es una satisfacción que lo que yo hago esté en otra casa, decorando un espacio.