de
00:00 hs

San Rafael Entrevista Viernes, 10 de Setiembre de 2021

Con el crochet hizo un cambio radical en su vida

En el Día Internacional del Crochet dialogamos con Belén Sevillano, una emprendedora a la que este arte le trae muchas satisfacciones. Con su proyecto Dulce Domum creo un showroom en el que encontrarás todos los materiales para tejer y dicta capacitaciones sobre técnicas de crochet.

Viernes, 10 de Setiembre de 2021
Mediamendoza El Diario del Sur de Mendoza. Buscanos en Facebook, Twitter e Instagram

12/09/2021


El 12 de septiembre se celebra el Día Internacional del Crochet, se trata de una celebración relativamente reciente, propuesta por un artesano estadounidense especializado en este arte, con el objetivo de que durante esta jornada las personas salgan a la calle con alguna prenda o accesorio tejido con esta técnica.

El tejido a crochet crece día a día, y reúne cada vez más adeptos en todo el mundo, es un arte generalmente heredado de las abuelas y aprendiendo algunos puntos básicos se pueden realizar prendas de vestir, accesorios, objetos de decoración y hasta los famosos muñequitos tejidos (amigurumis).

Para homenajear a los artistas que se dedican a esta gran pasión dialogamos con una de ellas, Belén Sevillano, sobre su experiencia en este maravilloso mundo de los hilos y agujas, cómo este arte le permitió reinventarse y dejar su carrera como ingeniera para compartir más tiempo con su hijo y sus emprendimientos como capacitadora y el showroom en el que podes encontrar todo lo necesarios para adentrarte en el inmenso mundo del tejido.

¿Cómo surgió en vos la pasión por el tejido? ¿Lo hiciste desde siempre o aprendiste de más grande?

Siempre me gustaron las artes manuales, desde niña hacía todo tipo de actividades manuales desde bijouterie a lo relacionado con la cocina, todo me gustaba y soñé siempre con ir a una escuela de arte. Yo vivía en un distrito pero logré ir a la Ebyma en el secundario, que para mí era mi sueño en ese momento.

Y lo relacionado con el tejido fue surgiendo después, mi bisabuela tejía mucho, siempre estaba tejiendo, mi abuela se dedicaba más a la costura y mi mamá también tejía algunas cosas y me enseñó a tejer a dos agujas y a crochet, pero nunca me dediqué de lleno a eso, si no que hacía muchas cosas relacionadas al arte.

Después con los años y con el tiempo me empezó a gustar más y de ahí empecé a hacer cositas, pero no tenía mucha técnica y conocimientos, después me fui capacitando cuando decidí vender productos tejidos y ahí fue cuando aprendí a fondo la técnica del crochet.

Sos ingeniera... ¿cuándo fue que decidiste dejar todo para dedicarte a esto? ¿Cómo te reinventaste para iniciar este emprendimiento?

Después de haber ido a la Ebyma, no sé por qué motivo decidí estudiar Ingeniería Industrial y trabajé casi tres años de lo que había estudiado y ya era mamá de mi primer hijo. Pero sentía que no podía amalgamar nunca y encontrar el equilibro entre el hogar y la maternidad, y la realidad superó las expectativas y no pude sostenerlo.

Fue entonces que un día dije, esto así no puede seguir, tengo que tomar otro rumbo y ahí fue cuando dije, voy a hacer una introspección de lo que a mi me gustaba hacer y ahí fue cuando recordé mi pasión por lo manual, tejer, coser, cocinar… se fue dando por el tejido y me embarqué por ese lado.

Yo quería estar más tiempo con mi hijo y poder hacer algo por mi cuenta propia, creo que hoy es la única alternativa que tenemos las mamás para poder estar con nuestros hijos y tener una vida laboral.

Como tenía que buscar la manera de general ingresos, al principio comencé vendiendo amigurumis y otras cosas tejidas.

Después decidiste enseñar tus conocimientos ¿Cuándo surgió la idea de dictar clases?

Luego de varios meses de estar vendiendo muñecos me di cuenta que era difícil y se me estaba complicando para mantenernos con mi hijo en ese momento. Entonces dije no, algo tengo que hacer y como siempre tuve alma de docente, ya que solía dar clases de matemática por ejemplo u otras materias relacionadas con la carrera que estudiaba, entonces pensé, tengo facilidad para enseñar, estaba muy sola, había perdido todo tipo de contacto social al no trabajar fuera de casa, y dije puedo empezar a enseñar.

Di unos talleres de mantas nórdicas y me gustó mucho el resultado, y después seguí con un taller de crochet, armé uno de amigurumis y después fueron saliendo otros en función de lo que la gente me pedía.

El tejido y otras artes manuales en tiempos de cuarentena creció considerablemente, ¿Cómo lo viste vos desde tu lugar como vendedora de insumos y como capacitadora?

Si sí fue como un boom y creo que vinieron para quedarse y es una forma de terapia que ayuda mucho a la gente, yo hasta la pandemia hacía cursos y vendía un par de hilos y otras cosas a mis alumnas, pero cuando se cierra todo en pandemia, la gente empezó a escribirme porque querían comprar lana.

Entonces pensé esta es otra oportunidad para reinventarme y volvió a mutar mi marca para la venta de insumos para el tejido y fue creciendo, cada vez más fui trayendo más y así fue creciendo la marca como venta de insumos.

Suspendí los cursos presenciales porque tuve otro bebé, pero ya voy armando algo. El crecimiento en pandemia fue para mi gigante y la pandemia me ayudó a ver que era posible vivir de esto y proponer ideas, que es algo que me gusta muchísimo.

Dentro del crochet que es lo que más le atrapa a la gente amigurumis, prendas de vestir o de decoración ¿qué es lo que más te piden aprender o comprarte?

Dentro de los insumos y la preferencia de la gente es muy amplia, claro que ha habido un crecimiento muy notorio con los amigurumis. De hecho hay muchas personas haciéndolos, cuando di los talleres muchas de mis alumnas aprendieron y pusieron emprendimientos de amigurumis.

El tema de decoración está en auge y también lo piden mucho y cuesta conseguirlo, acá me preocupo por estar siempre tratando de conseguir los materiales que la gente quiere y todo lo que se ve por ejemplo en Pinteres que nos gusta a todos.

En cuanto a prendas, también, la verdad que yo tengo un público para todos, vendo mucho para decoración, mucho para amigurumis. Mi público va por lo más moderno, tengo clientas del dos agujas y señoras más mayores, pero generalmnete es gente más joven que está aprendiendo y quiere cosas más modernas.

Contame de tu marca, ¿por qué Dulce Domum?

Dulce Domum significa Dulce Hogar en latín y tiene ese nombre, porque era todo ese anhelo de poder estar en mi casa, de compartir con mis hijos, vivir a menor velocidad, disfrutar de estar en mi hogar y eso es lo que me llevó a emprender, esa es la única salida que tenía en ese momento. 

Creo que siempre hay mucho que dejar para poder ser parte de un trabajo en relación de dependencia, pero en el caso de mi carrera era imposible. Asique estoy feliz de que haya podido ser así, porque no podría haber conocido este mundo y lo agradezco cada día.

¿Qué podemos encontrar en tu showroom?

Desde hilos de algodón en todos los espesores desde los más finos a los más gruesos para macramé, lanas de invierno y para media estación, accesorios para amigurumis. Todo lo que es complemento trato de ir trayéndolo, bolitas de maderas, mosquetones, mercería.

De a poco voy a ir incorporando más cosas.

¿Proyectos?

Como soy un alma inquieta quiero hacer muchas más cosas, en principio quiero que este showroom crezca, quiero incorporar más cosas y quizas en algún momento sea un local con horario de atención normal. Siempre con todo lo relacionado con hilados.

Por otra parte estoy trabajando y quiero ponerle energía a los cursos y talleres online. Poco a poco voy incorporando y gestando ideas que se pueden concretar en algún momento de la vida.

Instagram: _dulcedomum
Facebook:
Dulce Domum
WhatsApp:
2604806249