Empezó como un hobbie por la cuchillería y ahora vive de su emprendimiento

28/11/2021

Desde que el hombre primitivo supo hacer algo con metal -desde los facones de los gauchos pampeanos hasta los cubiertos de mesa de cualquier hogar o para las cocinas más glamorosas- los cuchillos han sido un elemento transversal en la historia.

Los expertos aseguran que en los años "50 surgió el primer polo industrial de cuchillos en la localidad de Tandil. Pero la gran explosión de la cuchillería en la Argentina se da en el año 2000.

En la actualidad, son muchos los afiladores y cuchilleros que realizan un trabajo artesanal y casi invisible alrededor de estas piezas. Por lo general se trata de un oficio transmitido de generación en generación que hoy está viviendo un auge con el mundo 2.0.

José Maya (40) inició con este oficio hace unos 7 años y descubrió con él su gran pasión. Actualmente vive de ello, vende sus cuchillos en su stand en diferentes ferias y fiestas populares, pero asegura que su deseo sería producir en mayor cantidad para llegar con sus piezas a más casas de regionales tanto de San Rafael como de otros puntos de la Provincia.

Dialogamos con él sobre éste mítico oficio:

¿Hace cuando empezaste con el oficio?

Hace unos 7  años que me largué con la cuchillería, empezó como un hobbie porque la verdad que no tenía idea absolutamente de nada. Soy totalmente autodidacta en cuanto a la cuchillería y a lo que es las vainas de cuero que también las hago yo.

Arranqué haciendo algo para mí y en un momento determinado por una cuestión de necesidad y falta de trabajo, decidí hacerme un stock e ir a vender a una feria. Esa primera experiencia fue muy buena y me alentó a seguir.

¿O se a que en tu caso no es un oficio heredado de algún familiar?

No no, es más diría que al principio los primeros trabajos eran muy precarios y al poco tiempo que arranqué con el hobbie entré a trabajar a una metalúrgica industrial donde se hacen soldaduras de alta presión, se maneja mucho el tema de los aceros respecto a las altas temperaturas, sus durezas… y ahí aprendí un montón sobre el manejo de los metales.

Después hay técnicas propias que en realidad no sé si las utiliza alguien más, pero que se me ocurrieron a mí y las uso.

Si bien esto te demanda mucho trabajo es un trabajo en el que tenes que dedicarte de lleno, porque si le dedicas un par de horas no se puede llegar a comercializar en la cantidad que yo lo hago.

No lo hago en un modo industrial porque trabajo todo pieza por pieza, no quiero caer en la industrialización, que el cliente vea realmente que es un trabajo artesanal.

¿Cómo se trabaja el material?

Con el tema de los materiales, existe cierta lógica en sí, a grandes rasgos se encuentran los aceros dulces, los hierros dulces, en mi caso yo trabajo todos materiales al carbono y hay materiales que son acerados.

Y se fue dando prueba y error trabajando con una cosa, con otra, viendo que era mejor y peor. Empecé trabajando con las hojas de los elásticos de los amortiguadores, después con los discos de los arados, luego me encontré con un material que llevaba menos trabajo y la calidad era mayor que son los discos que se usan para cortar piedra y ahora estoy usando otro material que superior.

¿Qué método utilizas?

El método que utilizo es por desbaste, porque si lo hiciera por forjar, que es cuando se calienta a rojo vivo y se golpea no podría hacer la cantidad que realizo, pero la calidad es prácticamente la misma.

Yo marco en una plancha de acero el contorno del cuchillo, lo corto y de ahí lo rebajo y lo voy llevando a la medida que yo quiero. Es más rápido, más ágil, la calidad es muy buena.

Siempre tratando de perfeccionarme y crecer.

Hablo con colegas de San Rafael que muchos son hobistas y no entienden cómo puedo tener los precios que tengo, pero por suerte le agarré la mano, amo lo que hago y cuando te gusta lo que haces le agarras la vuelta y lo haces del mejor modo y logré agilizar de un gran modo. Eso te garantiza tener la cantidad necesaria para juntar el stock.

¿Dónde comercializas tus cuchillos cotidianamente?

En las redes no mucho, vendí así más que nada en tiempo de pandemia. Pasa que hay una competencia de cuchillería barata y la gente cuando ve en las redes e ir por la calle y comprar un cuchillo más barato, opta por eso.

Entonces me manejo con el tema fiestas, eventos de tradicionalismo y gauchaje, ya que la cuchillería va con eso y luego ferias. Después me voy a otras provincias a otras fiestas como La Pampa y San Luis.

¿Precios?

Los precios van desde los mil en adelante, de hecho tengo un par de comercios en el centro, como una talabarterías que desde hace años compraban cuchillos en Buenos Aires y desde hace tiempo me impulsaron a meterle y me animaron con esto, de hecho ahora me compran mis productos y eso me alentó un montón.

¿Dónde conseguís los materiales?

La mayoría es reciclado, en cuanto a materia prima lo que compro es el cuero, para las hojas uso material reciclado por ejemplo ahora estoy con los discos de cortar piedras y otros materiales, esos los consigo acá y tengo contacto que me avisan cuando tienen y generalmente no invierto para comprarlos, hacemos canje por cuchillos (risas) porque a ellos no les sirven.

¿Qué estilos de cuchillos haces?

Hay de diferentes tamaños desde los más chiquitos que son de una hoja de 4 cm, con las cápsulas de  balas de carabinas que generalmente se los compran los papás a los niños y de ahí hasta 30 cm de hoja que más el cabo serían 45 cm.

Después he hecho otros por pedido, y tengo otros cuchillos como japoneses, indúes, turcos.

¿Y sacás ideas de internet?

Generalmente de sugerencias de la gente, eso atrae mucho a los curiosos. Tenemos lo normal que se ve en todos lados y el resto de las cosas no tiene mucha clientela pero atrae.

Trato de estudiar mucho y para eso internet me ayuda o para ver diferentes estilos.

¿Los cabos siempre los haces de madera?

Si de madera, algo de asta de siervo también, pero prefiero ir a lo tradicional que es un cabo con una espiga completa, eso le inspira confianza al cliente porque es un cuchillo con el que va a poder golpear y no le va a pasar nada.

Utilizo maderas recicladas de la zona, de plantas autóctonas como las jarillas, el piquillín, platas de frutales como durazno, ciruela, maclura, olivo.

Siempre ando mirando fierros y maderas (risas).

¿Qué es lo que más pide la gente?

El cuchillo para el asado de un tamaño intermedio, que pueda servir para cortar el asado en la parrilla y para comer, un cuchillo de una hoja tradicional.

¿Vivís de tu emprendimiento?

Si para mí esto es un trabajo me encanta hacerlo y lo disfruto, y me encanta que la gente venga y pregunte, hay que dedicarle tiempo completo. Igual a veces tengo otras cosas porque esto tiene épocas buenas y malas también.

La pandemia la padecí bastante, las primeras ventas las empecé a hacer para el día del padre.

¿También haces billeteras?

Si arranqué hace unos días con estas billeteras rústicas en cuero crudo, para agregarle algo más al stand.

¿Cómo se llama el emprendimiento?

“Lingo cuchillería artesanal”, el nombre es en homenaje a mi papá, porque a él le dicen así. No tiene idea de cuchillería (risas), pero es por todos los valores.

¿Proyectos?

Seguir creciendo más, poder adquirir mejores herramientas para poder forzar más las herramientas y que no se rompan, pero siempre desde lo artesanal.

También me gustaría llegar a más comercios, no sólo de acá sino de otros departamentos, si bien me encanta lo de los eventos para interactuar con la gente, eso no lo voy a dejar de hacer, pero si me gustaría la posibilidad de vivir más de pedidos de los comercios.

Contacto: Whatsapp: 2604820668