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San Rafael Entrevista Viernes, 25 de Marzo de 2022

Restaura camionetas Ford y asegura que es una pasión que lo hace feliz

Luis Chavanne es un apasionado por las camionetas Ford y su restauración, desde pequeño motivado un poco por su padre, descubrió que eso le gustaba y hoy además de darle felicidad, afirma que se lo propuso también como un medio de vida.

Viernes, 25 de Marzo de 2022
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27/3/2022

Luis Chavanne es un sanrafaelino apasionado por las camionetas Ford, cuanto tenía 10 años su padre lo motivó a que guiara el proyecto de restauración de una camioneta que habían comprado y desde entonces la pasión fue creciendo con los años.

Actualmente esa pasión se ha convertido además en un modo de vida y en la posibilidad de dar trabajo a muchas personas, ya que mantiene un circuito constante de compra de vehículos, restauración y venta, para invertir y empezar con un nuevo proyecto.

Asegura que siempre está pendiente de encontrar “la camioneta” esa que sea única y que luego con su diseño y el trabajo del equipo de colaboradores sea aún más única, tanto en el interior como en el exterior, cuidando hasta el último de los detalles.

En su colección posee 4 camionetas y un camión y afirma que trata de no aferrarse a las camionetas que restaura, sino que disfruta del proceso, ya que está convencido que una vez finalizado ese vehículo hará feliz a otro fanático de la marca como él.

Dialogamos con Luis sobre esta interesante actividad:

¿Cómo surge tu afición por las camionetas Ford?

Esto es de toda la vida creo, porque ni mi padre sabía que esto que hago ahora me iba a terminar apasionando tanto. Él me mandó a seguir de cerca la restauración de las camionetas de él y así empezó todo.

Me acuerdo que era chico con 10 o 12 años, me mandaba a los chapistas para que les diera mi opinión respecto al trabajo que iban realizando. Recuerdo que la primera que hicimos fue una F-100 modelo ‘66 y se restauró completa, chapería, pintura, tapizados.

También hicimos varios rastrojeros, camiones.

¿Siempre buscando hasta el último el detalle?

El secreto de esto es estar en cada detalle, porque el conjunto de los detalles hacen el todo. Hay que tener en cuenta la insignia, molduras y que esté todo perfecto para que el vehículo quede como se ideó.

¿Y cómo fue esa primera experiencia con la camioneta de tu papá?

Él era comerciante y usaba los vehículos para trabajar, pero le gustaba mucho que estuvieran bien y como me veía a mí que tenía bastante habilidad para eso entonces me mandaba, porque sabía lo meticuloso que era y al él pese a que eran camionetas para trabajar le gustaba tenerlas bien.

En casa teníamos una canchita en el patio y los primeros vehículos los llevamos ahí y los restaurábamos, a los rastrojeros le restaurábamos hasta la parte de atrás en madera.

¿Después como continuó?

Mi padre me siguió llevando por la línea de la ganadería y me encanta eso también pero siempre mi corazón estuvo con las F-100. Yo aprendí a manejar a los 8 años en el campo en una F-100 y ahí quedó mi corazón y me di cuenta que me apasionaba más restaurar. Siempre lo hice como un hobbie, pero mi primera actividad era la ganadería.

Una vez estaba en San Luis, le llamo a un amigo y le comento que quería dejar un poco de lado la ganadería y dedicarme más a las camionetas, a comprar, restaurar, vender. Entonces agarré cargué todo y me vine, tenía una combi en ese momento, la vendí e invertí en todo lo que es repuestos de  F-100 y dije no voy a dedicarme más a otra cosa que no sea esto, así me fuera bien o más o menos pero yo sabía que iba a ser feliz con eso.

¿Y arrancaste con esto entonces?

Sí, tengo un grupo de chapistas, pintores y tapiceros amigos y entonces cada vez que compraba una camioneta pensaba si la inclinamos más por el diseño original o deportivo y de ahí decidimos qué vamos a hacer. Yo superviso y algo les ayudo, pero me gusta que queden perfectas.

Y ya he adquirido experiencia en lo que es conseguir repuestos, insignias y afortunadamente ya todo está a nuestro alcance con internet. Es importante estar conectados e ir viendo lo que va apareciendo.

Esto se convierte en una pasión y hay muchas personas que hacen lo mismo. Tengo amigos que golpean la puerta en casas de repuestos cerradas y negocian con los dueños y todos esos rezagos los publican y todos los que las necesitamos nos hacemos de ellas.

Se convierte en una odisea a veces arrancar con un proyecto y después empezar a conseguir las piezas, porque hay muchas que no es que se fabrican y se venden en una casa de repuestos común. Además mientras más antiguo es el modelo es más difícil.

Una F-100 tiene 2 mil piezas y uno dice dónde están, pero van apareciendo. Es un arte y te tiene que gustar mucho para hacerlo, aguantar la inversión y después tener espalda para aguantar y esperar que se venda, porque a veces pueden pasar seis meses hasta que lo vendes, no los puedo malvender, porque tengo que recuperar todo lo invertido y el cariño que le pusimos con los muchachos y ese dinero me da la posibilidad de arrancar con otro proyecto.

Estoy al día con todo en internet, repuestos, piezas, camionetas, muchas veces duran pocos minutos y el que primero llega se lo lleva.

¿Cuándo las compras siempre buscas algo diferente no?

Si a mí me gustan las cosas únicas, si no no me gusta el proyecto y directamente no la compro, ya que lo mío también es comercial, si bien algunas me dejo, la mayoría las vendo y una vez que está terminado el proyecto las público y las vendo.

Y así se va haciendo una cadena, voy vendiendo para pagarle a los muchachos, comprar repuestos, todo lo que se vende va a parar a la calle, yo invierto todo no me guardo nada.
Y me siento orgulloso de darle con esta pasión trabajo a la gente.

¿Cuántas camionetas tenés una colección personal?

Sí, tengo cinco un camión Ford 600 original con 160 mil kilómetros, una F-100 ’66, una F-100 Duti, una F-100 caja minera.

¿Qué te dice la gente de tus camionetas?

Se vuelven locos, muchos vienen y se sacan fotos, y si siempre llaman la atención.

¿Te podes desprender fácil de tus creaciones o te cuesta?

Si a veces cuesta con algunas, pero trato de no aferrarme para no sufrirlo. Disfruto el proyecto, el proceso de armado y es como una obra de arte, después tenés la satisfación de saber que otra persona la tiene o que hace feliz a otra persona.

¿Qué diseño te gusta más a vos?

Me gusta el deportivo, tipo 4x4, ruedas patonas. El pistero también, pero más el 4x4, pero el original no tiene precio es una delicia. Siempre llama más la atención un deportivo pero el original no tiene precio y te rememora a esas épocas pasadas.

Busco el tema de insignias, colores, calcos que venían en ese entonces, los detalles hacen al trabajo final. Hasta mando a hacer las calcos que venían en el motor, porque generalmente se venden a gente grande y esa gente vivió en esa época, asique trato de quede igual.

¿Y te han pedido que restaures algún otro vehículo, como un auto por ejemplo?

Si he hecho en alguna oportunidad, pero es una responsabilidad muy grande y poco es lo que se gana.

¿Proyectos?

Seguir con esto y siempre en el rubro de Ford que es donde está puesto mi corazón. Mi idea es seguir con esto, acompañado de mis otras actividades que es el campo e inmobiliario, pero a mí esto me da felicidad. Yo me levanto motivado y feliz de saber que tengo algo para hacer.

Es una pasión y un medio de vida así me lo propuse.