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San Rafael Entrevista Viernes, 1 de Julio de 2022

Usvaldo Scopel, toda una vida dedicada a la agricultura

Para homenajear a los trabajadores de la tierra en el marco del Día de la Agricultura, visitamos la finca de don Scopel, quien a sus 78 años sigue trabajando su finca con amor y dedicación, y lamenta que las próximas generaciones no vayan a continuar con ese legado.

Viernes, 1 de Julio de 2022
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3/7/2022

El 2 de julio se conmemora en la Argentina el día de la Agricultura, la jornada fue instaurada luego de que se sancionara en 1945 la Ley en cuestión (de arrendamientos) que posibilitó el desarrollo de la producción agrícola nacional.

La Agricultura es un sector fundamental y estratégico de la economía nacional, base de la producción de alimentos, que a través de la innovación y el impulso tecnológico contribuye al desarrollo de nuestro país.

En nuestra provincia también se trata de una de las actividades más destacadas, pero también castigadas, muchas veces por las contingencias del tiempo y otras por factores económicos como bajos precios en la producción, y todo el sacrificio y los costos que demanda todo un año de trabajo en la tierra para cosechar solo una vez.

Para homenajear a los trabajadores de la agricultura, dialogamos con Usvaldo Scopel (78) en su finca en El Cerrito. Contó que a los 4 años llegó a la Argentina desde Italia y desde muy jovencito empezó a trabajar en la tierra junto a su papá, que era contratista en una finca de Las Paredes.

Asegura que la agricultura es su vida y que mientras su cuerpo se lo permita continuará levantándose cada mañana para trabajar su finca.


¿Usted es italiano, cuando llegó a la Argentina?

Cuando yo tenía 4 años nos vinimos desde Italia con mi familia, estuvimos cuatro años viviendo en Buenos Aires y luego nos vinimos a vivir a San Rafael a trabajar en la viña.

Estuvimos 20 años como contratistas en la zona de La Paredes y luego pudimos comprarnos una finquita y así fuimos progresando.
 
En mi caso desde los 14 años que trabajo en la viña, peros desde más chico ya le ayudaba a mi padre también, toda la vida fui agricultor no tengo nada más que 6to grado.


¿En Italia, su familia hacía tareas similares a la agricultura?

Mi papá aprendió acá, allá él trabajaba en la zona de la montaña porque nosotros vivíamos al Norte de Italia donde está la parte alta y allá se trabajaba mucho en la montaña haciendo trabajos forzados. Después mi papá hizo toda la guerra y cuando terminó decidió venirse a la Argentina, porque acá había un primo de él que lo llamó.

Cuando llegamos acá a San Rafael yo tenía ya 8 años y mi papá tuvo que aprender todo y después de que el falleció, seguimos con la viña con mi hermano, porque él murió muy joven a los 59 años.


¿Y usted tiene hijos que continúen su legado, como continuó el de su padre?

Tengo tres hijos dos varones que son mellizos y una mujer, los dos varones viven acá en la finca en sus casas, somos vecinos (risas) y sólo uno de ellos se dedica a la finca conmigo y el otro tiene una empresa de transportes.

Hoy en día es raro que los hijos se dediquen a la finca.


¿En esta finca hace cuantos años que está?


Acá son ya 31 años, teníamos la finca en Tabanera de 12 hectáreas  con mi hermano, el vendió la mitad y se fue a Rama Caída y yo seguí con la otra mitad hasta que hicimos cambio con un hombre de Buenos Aires que le gustaba mucho aquella finca porque daba buena producción y esta estaba un poco abandonado.

De todos modos para mí era negocio porque eran más hectáreas y esta zona me gustaba más, asique hicimos cambio, ellos se quedaron con esa finca y yo con esta. Igual se la estuve atendiendo un tiempo.

Esta es una zona linda en todos lados hay menos peligro de heladas y la piedra, bueno nos afecta en todos lados. En mi caso pude cubrir todo con tela y por eso puedo cosechar todos los años, pero en cuanto a las heladas esta es una zona más cálida porque estamos más cerca de la ciudad, tenemos una diferencia de 4º con otras zonas.


¿Qué producción tiene?

Cuando llegué estaba todo intercalado, tenía dos hileras de viña y una de durazno. Nosotros arrancamos todos los duraznos y pusimos otra hilera de viña, asique ahora tengo siete hectáreas de viña, dos de ciruelas y después tengo algunas hileras de durazno para consumo personal.

En lo que es viña tengo variedades de syrah, bonarda y criolla. Todos los años cosechamos por la tela, esa inversión la pude hacer hace unos 10 años cuando se podía, el valor de la tela en ese momento no superaba lo que uno sacaba con la cosecha, pero ahora ya no se puede, con lo que se cobra actualmente cubro una parte solamente.

Acá todo lo trabajamos con mi hijo, nosotros dos, ahora estamos muy atareados con la poda que es lo más largo, pero bueno ya estamos acostumbrados.


¿Es muy sacrificada la vida del agricultor no?

Si es sacrificada, porque uno no para nunca, tenés trabajo todos los días pero para los que nos gusta no lo sufrimos tanto. Uno ve la planta, te gusta y te has dedicado toda la vida a eso que ya estás acostumbrado.

Y por ahí lo que bueno es que tenés la libertad de decir hoy no voy a trabajar y no vas, hay que hacerlo por supuesto pero no tenés que cumplir horarios. A veces uno está todo el día haciendo algo y al otro día no querés ir o si te toca regar toda la noche al otro día descansas, pero hay que trabajar todo el año porque la viña tiene mucho trabajo. Todo el año hay que podar, regar, arar, sulfatar, desbrotar, cosechar.


¿Y hay que soportar todas las condiciones del tiempo?

Si días fríos y de mucho calor, hay que estar a la intemperie pero uno se acostumbra. Los días de mucho fío vamos un poco más tarde, pero hay que ser constante si uno deja el trabajo después se te pasa, si no podás a tiempo después se te viene el brote. Asique hay que hacerlo sí o sí.


¿Se puede vivir durante el año de la cosecha?


Antes si se podía vivir mejor, uno con una cosecha vivía dos años, hoy es más difícil el que logra sacarla toda puede vivir pero no te sobra y siempre hay que estar haciendo otras cosas. En mi caso con mi señora somos jubilados los dos asique con eso y la cosecha estamos tranquilos pero no te sobra.

Y acá en nuestro caso se divide con mi hijo, pero si yo tuviera gente trabajando lo que cobro no alcanzaría para nada. Yo estoy en la cooperativa Sierra Pintada que está adherida a Fecovita y a través de ellos se ubica más rápido la cosecha, pero se paga en 12 cuotas, por ejemplo la cosecha de este año la vamos a empezar a cobrar en agosto hasta junio que viene, si sube el vino se paga ese extra, pero también puede pasar que baje.

Y con esa cuota uno tiene que mantener toda la finca, pagar los impuestos  y vivir, y en el caso de mi hijo él tiene tres hijos dos en la facultad y uno en la secundaria, más el combustible, hay que manejarse muy bien para vivir de la producción.

Pero si a uno le gusta seguís y seguís.


¿Qué le parece esto de que la juventud ya no se interese por la agricultura?


Yo veo que a la juventud hoy en día no le gusta, tengo mis nietos de más de 20 que por suerte estudian por supuesto, porque de la finca no saben nada y algunas veces si los hemos mandado a hacer algo hay que enseñarles porque nunca tomaron atención y aprendieron de vernos.


¿Toda la vida se ha dedicado a la agricultura, le hubiera gustado hacer otra cosa?


La verdad que no, si bien estuve 10 años como presidente de la cooperativa Sierra Pintada y dos como vicepresidente de Fecovita, porque el tesorero que había falleció y desde el Sur había que enviar a un representante de las cuatro cooperativas de San Rafael y ahí estuve dos años trabajando en Mendoza, pero no me encontraba en ese lugar estaba en una empresa y me pagaban bien, pero no era lo mío. Fue una experiencia muy buena pero no era lo mío.


¿Hasta cuándo piensa seguir trabajando?

Yo de esta finca no me muevo más, aunque me ofrecieran cambiarlo por la mejor casa en el centro no me iría. Además porque estoy muy cerca del centro y otra por la libertad, la tranquilidad que tengo acá.

Y trabajar mientras pueda voy a hacerlo, porque no puedo estar en la casa, seguro que ya me canso más, pero sigo a mi ritmo y también tengo una huerta, planto tomate, lechuga, de todo, me gusta mucho la huerta, pero cuesta mucho por el tema del agua, y sobre todo en invierno que no tenemos agua. También hago vino casero.


¿Las contingencias del tiempo como el granizo y las heladas son los enemigos de los agricultores?

Si recuerdo haber pasado años enteros en los que se llevó todo la piedra, una vez recuerdo que recién me había casado y no quedó nada y me tuve que ir a El Nihuil a trabajar en la fábrica Grassi y mi hermano se quedó trabajando en la finca porque había que preparar la planta para el próximo año, porque la finca hay que seguirla trabajando y con lo que yo ganaba allá teníamos que mantenernos las dos familias.

Hemos pasado años críticos, años en los que no vale nada la producción y ahora que estamos en la cooperativa y en Fecovita estamos más tranquilos que cobramos, pero hemos tenido años que teníamos el vino y no nos lo compraban o años de mucha inflación como ahora.

Es muy sacrificado el campo y por eso se abandona la finca, se mueren los viejos y los hijos no la quieren seguir, antes en esta calle eran todas fincas y ahora creo que quedan dos.

Mi hijo me acompaña y sé que cuando yo no esté va a seguir, pero ya mis nietos no van a seguir. A los jóvenes uno les dice que sigan, pero ellos no lo ven rentable y optan por estudiar.

En la cooperativa cuando nos juntábamos no había uno que tuviera el hijo trabajando en la finca, creo que el único era yo, porque no les gusta y no lo ven rentable, pero yo creo que se puede vivir y se podría seguir.

Lo peor es que hoy en día no se consigue gente para trabajar, no hay quien trabajar, los chicos jóvenes no saben podar, no aprenden, no ponen empeño, quizás alguien grande se puede encontrar pero ya no quedan personas lamentablemente.

Antes nosotros cuando mi papá podaba íbamos al lado de él sacando los sarmientos e íbamos aprendiendo, hoy no quieren aprender no les interesa.

¿Y qué va a pasar en un futuro?

Seguramente quedarán grandes viñedos, todo automatizado y manejado por grandes monopolios pero no fincas familiares, esto se va acabar.

Es una lástima que se pierda todo, cuando era más rentable uno veía a toda la familia trabajando en las fincas y todos estaban contentos.