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San Rafael Entrevista Día de la Madre Viernes, 14 de Octubre de 2022

Cuando ser madre se transforma en una lucha y tiene un final feliz

Viernes, 14 de Octubre de 2022
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16/10/2022

Para muchas mujeres el deseo de ser madre, de tener y cuidar a sus hijos, llega a sus vidas a temprana edad o casi de manera innata, desde aquellos primeros juegos con muñecas, pero en algunos casos ese objetivo no logra conseguirse como se lo había planeado.

Tal es el caso de Mariana Toledano, nuestra entrevistada de este domingo, una mujer inspiradora, luchadora y positiva, que pese a los pronósticos de infertilidad y a tantos tratamientos de fertilización a los que se sometió logró convertirse en madre de Victoriano, luego de doce años de búsqueda.

En el marco de esta jornada tan especial en la que celebramos el Día de la Madre, dialogamos con Mariana en una extendida charla en la que nos contó detalles sobre su extensa lucha, los prejuicios que existen en torno a este tema, qué terapias fueron indispensables durante este proceso, los obstáculos que tuvo que sortear en esta lucha y la mayor recompensa: cómo fue la llegada de Victoriano a sus vidas.

Por su antecedente  Mariana, además se ha convertido en una referente y fuente de consulta para cientos de mujeres que atraviesan el mismo camino que le tocó vivir y responde decenas de consultas a diario a través de sus redes: Mariana Toledano (Facebook) y @mbtole (Instagram). Asegura que le le gustaría estar preparada y capacitarse para ayudar aún más a otras mujeres en ese proceso.


¿Siempre quisiste ser mamá?


Si siempre quise ser mamá, desde muy chica fui la típica Susanita y nunca me replanteé el hecho de desarrollarme profesionalmente sin ser mamá, porque si me dediqué mucho a mi profesión y llegó un punto en el que tuve que renunciar a todo para poder seguir la búsqueda.

¿Y cuándo empieza esa búsqueda?


Yo me casé a los 30, porque empecé a desarrollarme profesionalmente, trabajaba muchísimo, asique me casé "tarde" para lo que es nuestra generación y ahí arrancamos a buscar un hijo, pensando que no iba a haber ningún tipo de problemas y después de un tiempo empezó el problema porque ese hijo no llegaba.


¿Imagino entonces que a partir de allí habrán empezado las consultas?

Si en mi caso yo pensaba que era yo el problema, por una cuestión de que en la mayoría de los casos todo el foco recae sobre la mujer. A los varones se les hacen una serie de estudios que son incómodos para ellos, pero son muy básicos, a nosotras nos empiezan a enfocar desde todos lados y los estudios son muy invasivos y más a medida que se va complejizando el diagnóstico, el tiempo que pasa y no lo logras.

Sumado a la zona en la que recaen los estudios y en mi caso que era súper vergonzosa, era toda una exposición, pero uno lo va transitando.

Yo intento transmitirlo en las publicaciones que hago porque nadie te dice nada y te vas chocando con cada situación y cada choque es un volver a empezar un replantearte si vas a seguir o no, que significa no hacerlos. Es ir profundizando en un tema que es angustiante y se dramatiza mucho también en el tema por eso yo agradezco que lo visibilicen también, porque mientras más se hable y más se naturalice y no se plantee como una imposibilidad, sino que hoy la imposibilidad de ser madre se complejiza no solo por la edad, sino también por cómo se enfoca el proceso.

Mientras más lo vayamos naturalizando, las mismas personas que lo transitamos nos vamos a sentir más cómodas.

¿Cuál era el pronóstico de ser madre que te daban los médicos?

Con  mi marido siempre decimos que si a nuestro hijo le hubiésemos tenido que poner un nombre por el porcentaje sería 2%, las probabilidades eran bajísimas, siempre fueron consultas negativas y para mí fue un gran ejercicio, esa historia de dificultad y de malas noticias porque una vez que me quedé embarazada continuó, porque tuve un embarazo de altísimo riesgo.

Pero por lo menos yo ya estaba de alguna manera preparada.


¿Acompañaste ese proceso con terapias?


Si toda la vida hice psicoanálisis y para mí eso fue un pilar fundamental, después por mi trabajo yo también tenía un súper nivel de estrés y también empecé a hacer terapias alternativas de más contacto del cuerpo y la mente, de relax, entonces hacer biodecodificación, entender, comprender, hurguetear en conceptos que para mí eran totalmente descabellados, pero me flexibilicé en eso y cada cosa que yo hacía en distintos tiempos terminaban con la misma conclusión y eso me daba curiosidad.

Lo último que hice fue un taller de fertilidad con una española y fue re fuerte, es un taller online que se hace para potenciar la fertilidad, pero todas las mujeres lo hacen para ser mamás naturalmente y es súper efectivo.

A mí me agarró el taller un mes antes de mi tratamiento en el que me quedé embarazada y pasaron muchas cosas, le dio un ACV a mi mamá, y a la semana de enterarme que estaba embaraza empecé con pérdidas, asique me desconecté del taller, enojada y esta mujer me contacta para preguntarme por qué no seguía con el taller, y le dije que estaba en reposo absoluto, con pérdidas, y encima me habían dicho que el bebé no venía bien genéticamente, pero que debíamos esperar a que nazca para saber si era así o no, asique que no estaba en condiciones de seguir con el taller.

Y me dijo que si bien con el tema de la condición genética de mi hijo no podíamos hacer nada, si se podía hacer algo con la condición de mi placenta que era rarísima se llama placenta oclusiva completa, que es una condición grave de la placenta que para el pronóstico es irreversible y es de altísimo riesgo de vida para la madre y para el bebé.

A mí me iban a monitorear desde Mendoza, desde el Lagomagiore a partir de las 23 semanas de embarazo por el riesgo de vida.

Esta chica del curso me dijo que con la placenta si se podía hacer algo y yo en piloto automático decía a todo que sí, ella me hizo una hipnosis me la gravó y me la envió, pero yo creía que no funcionaba porque me ponía el auricular y me dormía. Nunca la había podido escuchar entera y ella me decía que no me preocupara que yo la hacía igual y fue así que una semana antes, cuando me estaban haciendo los pre quirúrgicos para que el Lagomagiore nos recibiera me hago una ecografía y se había corrido de lugar la placenta, el médico no lo podía creer, me decía que nunca había visto algo así en sus más de 30 años de trayectoria.

¿Cuántos años fueron de búsqueda?

Yo busqué a mi hijo 12 años, pero arranqué con los estudios y la ciencia cerca de los 33 años. Uno muchas veces cree que la ciencia es el único camino y lo vivís con esa intensidad y le ponés todo el poder a los médicos y a la ciencia, pero somos un montón de cosas todos, somos cuerpo, alma, emociones y a veces eso nadie te lo dice en un consultorio y tu cabecita está puesta en un solo tratamiento y si ese tratamiento te da negativo se te cae el mundo y no es tan así.

¿Fueron muchos los intentos hasta que llegó el embarazo?

Si fueron muchas, tantas que no las recuerdo bien, porque lo que yo hacía cuando me daba un tratamiento negativo agarraba y tiraba todo, nunca anoté fechas. Sé que fueron como siete tratamientos de alta complejidad y doce transferencias que se llaman.

¿Dónde las hacías?

Empecé en Córdoba, después me fui a Buenos Aires y después a Mendoza, ahí visité dos institutos distintos.

¿Todo esto implica muchos costos?

Si y eso es triste porque en realidad en mi caso yo podía costear mis tratamientos, hasta que surgió la ley que autoriza tres tratamientos, eso sumados a los costos de viajes, el tiempo, los permisos en los trabajos. En mi caso yo los hacía en los tiempos de vacaciones, porque no le contaba a nadie ni siquiera a mis padres, una sola vez les conté a mis padres y me arrepentí porque ellos no entendían y tenían muchas expectativas en que yo fuera mamá y cuando les conté después resultó negativo y esas caras de mis viejos no las olvido.

Además una necesita seguir y no podes quedarte mal por ese intento que falló, hay que reponerse y seguir.


¿Y el sí cuándo y cómo llegó?

Es como que no podes creer cuando llega ese momento, decís ¿enserio sí? y es un sí al principio que se tiene que volver a repetir, porque hay veces que se dan embarazos bioquímicos que se llaman por la carga hormonal, entonces te da un número y ese número a las 48 horas se tiene que disparar, si el número se reduce no estás embarazada. Entonces es como un acercamiento y hay que esperar.

A los dos días se disparó y fue una emoción, Dios mío, sentís que llegaste, no lo podes creer es muy fuerte. La alegría me duró cuatro días porque después empecé con pérdidas como te conté antes.


¿Pero pese a eso pudiste disfrutar en algún momento de tu embarazo?

Si después de la antepenúltima consulta cuando se corrió la placenta de lugar, luego de que ya tenía todo previsto para mudarnos a Mendoza, porque como tengo obra social no me permitían estar el mes completo internada allí sino semana por medio. Además el bebé iba ir directo a Neo, era un pronóstico que también me exigía a mi estar fuerte y preparada, y cuando Hugo (Sat) ve que se había corrido la placenta fue de abrazo, de alegría, me dijo que podía caminar, que podía hacer vida normal y de ahí salí a disfrutar porque mi bebé no se iba a morir y a mí no me iba a pasar nada.

Ese momento fue maravilloso, fue disfrutar de una consulta médica linda.

¿Y tu bebé nació en San Rafael finalmente?

Sí una semana antes de la fecha estimada, el médico me dijo que no quería correr más riesgo, la presión estaba controlada pero empezó a molestar unos días antes, asique nació el 5 de febrero.

Igual estuvo en Neo, y yo pensé que estaba preparada para dejarlo ahí, cuando nos estábamos por ir de alta fue el pediatra a verlo y el bebé había bajado de peso. La verdad que no te preparás para dejar tu bebé en Neo, me tuve que ir sola con mi dolor de la cesárea y después ir a verlo y con esa sondita, y si bien yo sabía que no era de riesgo de vida, no paraba de llorar era un dolor dejarlo ahí.

Estuvo cuatro días y un día sin que me avisaran previamente me dijeron que me lo podía llevar.

¿Tu marido también incondicional no?


Si yo creo que todo se construye, la comunicación, el respeto de los tiempos del otro, yo creo que como pareja del otro lado ellos se cansan con más facilidad porque ellos sufren mucho de vernos a nosotras y se recuperan antes para que nosotras también nos recuperemos. Lo viven de otra manera y también hay que aceptarlo y no hay que cargarles la propia frustración y en realidad si vas a buscar un hijo, no podes romper el nido, es un proceso difícil y hay que coordinar y es algo que no por buscar un bien vas a romper algo que es necesario para que vos continúes.

Quizas hay tiempos en los que sea necesario parar y después volverle a preguntar si podemos retomar.  

Es una construcción en la pareja transitando esto, la infertilidad no está ajena y los tiempos de cada uno son diferentes, porque más allá del deseo está la vida del otro y las parejas se pueden cansar de vernos.

Por eso también hay que hacer terapia porque en una clínica nadie te contiene y si te da negativo tampoco. Cuando me preguntan siempre les recomiendo que hagan terapia, porque este proceso te quiebra emocionalmente y alguien te tiene que tratar esa emoción rota.


¿Y cómo es Victoriano?

Es un gordo hermoso, eso que supuestamente tenía, no lo tenía, ningún problema. Yo tengo todo un tema con los diagnósticos y pronósticos, porque es como hasta paradójico todo porque a veces uno le pone tanta fuerza a ese diagnóstico y si bien son de mucha utilidad para los médicos para nosotros no porque nos cierran la cabeza y el alma, y decís a donde voy y mírame a mí, 2 %.

Victoriano tiene 2 años y medio es un mañoso total, sus primos son más grandes asique es una mascota. Es un niño muy querido muy esperado.

Yo lo dejo que viva que disfrute, que se embarre, aunque tenga que bañarlo 17 veces, le pongo los límites que me pide.

¿Y cómo es ser mamá para vos?

Es un placer, pero por lo que yo lo deseaba, esas noches de sueño que no dormía no me importaban y mi marido me acompañaba con el mate, además lo vivimos en plena pandemia. Fue un año en el que fue el bebé, mi marido y yo, y conocerlo. Él es un niño tranquilísimo.

Creo que estoy siendo mejor madre que esa que imagine en un principio, estoy siendo mejor, pero puedo mejorar y deseo mejorar. Pero soy una mamá feliz y agradecida.

Sigo estudiando y voy a certificar el curso que hice en España, estoy estudiando biodecodificación.


¿Pensaste en algún momento en adoptar?

Si lo pensé también, todo el camino que vos transitas en la infertilidad es difícil, pero una vez que vas dando pasos lo que primero te parecía un horror, después ya te va pareciendo amigable y hay que seguir, hay que ir rompiendo tus propias estructuras.  

La adopción iba a ser otra capa de la cebolla, que seguramente iba a llegar, pero primero quise probar esta instancia.

¿Qué le dirías a otras mujeres que van en este camino?

Es triste que haya mujeres que tengan el deseo y no tengan la oportunidad eso es tristísimo, después que vos desestimes la oportunidad porque lo decidiste por algún motivo está perfecto, pero el hecho de que lo dejen por que no tengan acceso, es fuerte.

A mí no me gusta la expresión de tirar la toalla en la infertilidad, porque también lo pensé verme sin un bebé, pero si pensas en tirar la toalla es como en el ring como que te rendiste.

Las mujeres no pueden estar con la herida abierta, porque es una herida muy profunda y si vos te quedas con que te la vas a aguantar cuando ves a una familia con bebés, te raja la herida porque quedó abierta.

Yo creo que la mujer que no va a poder continuar, tiene que ser porque esa herida cicatriza sanada por otro sueño, si no vas a ser mamá, qué vas a hacer, reconstruirte, reinventarte pero no tires la toalla, porque es un proceso en el que vos dejas mucho como persona.

Yo como mujer no voy a ser mamá, como esos ideales que tenía y de más grande también  veía mujeres que no tenían hijos y también los veía como mis ideales, porque habían resuelto sin ser madres y así como a mí me gustaría ser si no era madre.


¿Te gusta ayudar a otras mujeres?

Si sí el día que esté preparada si, por ahora desde mi experiencia con las conversaciones que son buenísimas porque siento que a ellas le ayudan de mucho y eso a mí me reconforta.

Romper el globo de drama que tiene la infertilidad, porque hoy es más fácil quedar embarazada, que no.

¿Cuál es tu mensaje por el Día de la Madre?


El respeto ante todo ante el deseo y la decisión que uno puede tomar de querer o no querer ser madre, y de la forma de que uno ejerce la maternidad también porque todas las maternidad son respetables y no hay que juzgar a nadie.

Mi saludo a todas las mujeres con las que compartimos el rol y el deseo y de todas las que están esperando esa oportunidad que algún día lo puedan cumplir y a los que conocen a una mujer con infertilidad que tengan empatía. Y el saludo a las madres de mi vida, las que están y las que ya no están.