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San Rafael Lunes, 31 de Octubre de 2022

Paula Toledo: 19 años de un crimen que nos sigue doliendo a todos

Lunes, 31 de Octubre de 2022
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31/10/2022

Hoy se cumplen 19 años del brutal crimen de Paula Toledo, asesinada en un descampado en inmediaciones del barrio El Sosneado. Su cuerpo apareció con signos de violencia física y sexual.

El caso conmocionó a toda la comunidad sanrafaelina y se trata de uno de los más impunes de la historia criminal argentina. Por el hecho hubo una investigación dudosa, innumerables marchas para pedir justicia y tres juicios que tuvieron en el banquillo de los acusados a todos los presuntos involucrados, y un solo condenado a 11 años de prisión.

Sobre los hechos que antecedieron el crimen, el 30 de octubre Paula se encontraba en su casa haciendo las tareas de la escuela y al caer la noche alguien golpeó a la puerta. Era su novio, Marcos Graín, quien la invitaba a dar una vuelta. Poli como le decían en su entorno a la joven de 19 años, salió y dejó la puerta entreabierta, una acción que marcaba sus intenciones claras de regresar a la brevedad al interior de su hogar.   

Sin embargo las horas pasaron y la joven nunca regresó, su familia desconcertada y preocupada por esta repentina ausencia comenzaron a buscarlas y finalmente el  31 de octubre su cuerpo fue hallado en el interior de una acequia en la calle Victorino Plaza. Estaba semidesnuda y tapada con basura.

Las pericias confirmaron que fue abusada en manada y luego la mataron por asfixia. Su cuerpo presentaba signos de tortura como cortes, quemaduras y golpes.

Algunos testigos señalaron a un grupo de jóvenes a quienes vieron entrar en una casa abandonada. Entre ellos el propio Graín, quien la invitó a salir, Víctor Echegaray de por entonces 17 años, su hermano Alejandro de 16, Cristian Torres, Jorge Sánchez, Iván Gauna y Andrés Maravilla.

Los seis fueron detenidos y luego dejados en libertad, en el marco de una investigación repleta de irregularidades desde principio a fin. La policía no resguardó la escena del crimen, no se recogieron pruebas fundamentales, como las colillas de los cigarrillos con las que la habrían torturado. Se descartaron muestras de sangre y semen, se lavó el cuerpo de la joven antes de finalizar la necropsia y se donó su ropa a una institución benéfica. También hubo una botella que habría sido usada para torturarla que fue enviada a la Ciudad de Mendoza, pero nadie la fue a buscar.

En mayo de 2006 se realizó el primer juicio en el que solo llegaron como imputados los hermanos Echegaray, Gauna y Rodríguez. Graín estaba prófugo. La Justicia absolvió a los cuatro sospechosos por el beneficio de la duda.

Su madre, Nuri Ribotta, se convirtió en una incansable luchadora de la causa y un su pedido eterno de justicia en ese momento logró apelar el primer juicio. La Corte ordenó un segundo debate, y a Graín lo habían detenido en Misiones, por lo que podía sentarse en el banquillo de los acusados.

El juicio se hizo en 2011, pero los jueces consideraron que las pruebas en su contra no eran suficientes y fue sobreseído, bajo la misma razón que los otros imputados: “no hubo pruebas suficientes para probar su autoría”.

Pero el incesante pedido de justicia de Nuri y la familia de Toledo no terminó y logró nuevamente que se realizara un tercer juicio. En el 2016 la Suprema Corte de Justicia de Mendoza ordenó anular el juicio contra Graín y ordenó el tercer debate, que  en principio involucraba a todos los imputados, excepto Maravilla. Sin embargo, los hermanos Echegaray y Gauna se vieron beneficiados por la prescripción de sus acusaciones y el único que llegó al tercer juicio en el 2021, fue Graín, quién finalmente fue condenado a 11 años  como partícipe necesario en el abuso sexual agravado que sufrió la víctima.

"¿Once años valía la vida de una chica que recién empezaba a vivir?" se lamantaba Ribotta, luego de escuchar la condena.

Pese a esta condena, 19 años después para la Justicia no hay culpables del brutal femicidio de Paula. Mientras, la salud de Nuri se encuentra cada vez debilitada, al igual que sus fuerzas para seguir luchando, pero quedará en el inconsciente colectivo la responsabilidad de continuar bregando por justicia y no permitir que ningún otro caso quede impune como este.