Por Enrique Mario Barrera.
Una de las mayores riquezas que tiene San Rafael es la del arbolado, tanto nativos como foráneos. Gran variedad de especies cubre su paisaje y hay un lugar en el que se destacan muchos de ellos. El lugar es la Villa 25 de Mayo y la especie es el Carolino (populus deltoides)
Este árbol es nativo de EEUU, sur de Canadá y norte de México. Alcanza los 25 metros de altura y puede superarlo. En nuestra Villa fundacional hay algunos ejemplares que cumplen ese parámetro, desarrolla copa amplia dando mucha sombra, hojas acorazonadas y dentadas.
Recientemente ciudadanos que protegen al árbol junto al Consejo Regional de Defensa del Arbolado con su presidente a la cabeza, Ing. Agr. Raúl Besa realizaron un relevamiento de los carolinos que se encuentran en las 50 manzanas que posee el pueblo en su núcleo principal, arrojando la existencia de 197 ejemplares, que a pesar de su edad se encuentran en buen estado de salud muchos de ellos, otros afectados por distintos factores están en situación de cuidados y los menos, con cierto grado de decadencia estructural.
Se sugiere a las instituciones tanto municipales como provinciales hacer un seguimiento de la arboleda en los próximos meses y realizar el corte de ramas secas o en estado delicado.
Esta masa verde tan característica de la Villa fue partícipe del concurso que se realizara en nuestro departamento en el año 2022 “Buscando el árbol más antiguo de San Rafael” y en el que el carolino ubicado en calle Las Heras 158 logró el tercer lugar con una edad de 110 años, antigüedad determinada por los jurados del concurso provenientes del Conicet Mendoza, esa edad nos remonta al año 1912 en que fueron plantados los ejemplares mencionados.
Es importante resaltar que la totalidad de los carolinos de la Villa 25 de Mayo fueron declarados de interés cultural-patrimonial por ordenanza N° 4767 en el año 1993.
Sin dudas que el turista que llega a ese privilegiado e histórico lugar sanrafaelino se encuentra con testimonios de nuestro pasado fundacional, donde se destacan las ruinas del Fuerte San Rafael del Diamante de principios del Siglo XIX, también llama la atención la señorial Casona de los Martínez, cuya construcción original puede remontarse a la década del setenta del siglo mencionado y un poco más cercano en el tiempo llegamos al año 1912 de la plantación de los notables carolinos que nos ocupa en el presente artículo.
Hay que señalar que en las restauraciones realizadas en el predio del antiguo fuerte mencionado y en los alrededores se encontraron restos de herramientas y utensilios, tales como clavos, remaches, platos, botellas, etc, utilizados por quienes vivieron en la fortaleza a partir del año 1805 y que en la actualidad son exhibidos en las salas del Museo Narciso Sosa Morales, ubicado en calle Mitre frente al predio del fuerte, abierto al público todos los días.