Desde marzo, Argentina enfrenta un brote de sarampión con epicentro en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), esta situación no es del todo ajena a otras provincias e inclusive hace unos días se conoció la novedad de que estaban siendo investigados cinco personas que habían estado en una convención presuntos religiosa en Bolivia donde se confirmó un caso de sarampión.

La alerta sobre la posible reintroducción del sarampión en el país viene desde hace tiempo. Si bien se trata de una enfermedad que había logrado erradicarse, gracias justamente a la vacunación, el descenso en la cobertura encendió las alarmas de la mano de un brote internacional.

Ante este panorama nacional, las autoridades de Epidemiología de la provincia insisten en la importancia de la vigilancia de la enfermedad exantemática febril y la vacunación como principal herramienta de prevención. La vacuna triple viral (SRP), que protege contra el sarampión, las paperas y la rubéola, es obligatoria y gratuita y se aplica a los 12 meses y al ingreso escolar.

Se puede aplicar en cualquier vacunatorio de la provincia, no requiere orden médica.

Mayores de 5 años, adolescentes y adultos nacidos a partir de 1965 deben acreditar al menos dos dosis de vacuna componente contra sarampión y rubéola aplicada después del año de vida (doble o triple viraI) o contar con serología IgG positiva para sarampión y rubéola.

¿Qué es el sarampión?

Es una enfermedad viral muy contagiosa y potencialmente grave o fatal, que se propaga fácilmente cuando la persona infectada elimina secreciones respiratorias al hablar, toser o estornudar, o por estar en contacto con cualquier objeto contaminado.

Afecta sobre todo a los niños y en algunos casos puede ser letal.

¿Cuáles son los síntomas?

Fiebre alta.
Erupción en la cara y cuello que se va extendiendo al resto del cuerpo.
Secreción nasal, conjuntivitis y tos.
Pequeñas manchas blancas en la cara interna de la mejilla.

Dialogamos más al respecto con la médica pediatra Cintia Santarossa: