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Mientras la senadora Anabel Fernández Sagasti cuestiona públicamente al Gobierno provincial por intervenir en rutas nacionales, en San Rafael el intendente Omar Félix celebra con bombos y platillos una obra de Nación costeada con fondos municipales: el gasoducto.
La polémica comenzó cuando Sagasti denunció al gobernador Alfredo Cornejo por avanzar en obras sobre rutas nacionales, argumentando que esa competencia corresponde exclusivamente al Gobierno nacional. Sin embargo, el discurso peronista se torna contradictorio cuando se observa la reciente firma para la continuación del gasoducto en San Rafael, una obra nacional que fue financiada en parte con $4.000 millones provenientes del presupuesto municipal, es decir, de los contribuyentes sanrafaelinos.
¿En qué quedamos? ¿Las obras nacionales están mal solo cuando las ejecuta la Provincia, pero están bien si las paga un intendente de su misma línea? Esa es la pregunta que queda flotando.
Para colmo, el mismo municipio que cubrirá parte del costo de una obra privada ahora exige que la Provincia se haga cargo de la extensión del gasoducto hacia Monte Comán y 25 de Mayo. ¿No era que la Nación debía asumir esas responsabilidades?
El peronismo mendocino, o lo que queda de él, parece atrapado en una doble vara. Señala con el dedo a Cornejo por invertir en infraestructura vial nacional, pero al mismo tiempo justifica que Omar Félix utilice recursos municipales para cubrir el rol de una empresa privada. La incoherencia no pasa desapercibida y deja al descubierto tensiones internas dentro del PJ, además de una estrategia política que parece acomodarse según quién pague la factura.
¿Obras nacionales sí, pero depende quién las haga?