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En San Rafael, recorrer las calles no siempre es una tarea sencilla. Más allá del tránsito, los conductores y peatones enfrentan otra dificultad cotidiana: la escasa o nula señalización en muchas esquinas del departamento. Es una queja recurrente entre los turistas que han visitado la ciudad en los últimos meses, y también una molestia constante para quienes viven aquí.
Carteles señalizadores vandalizados, ilegibles por el desgaste solar, pintados con aerosol, descolgados o directamente ausentes son parte del paisaje urbano. En muchos casos, cuando uno desaparece o se rompe, simplemente no se repone. La orientación se convierte así en un juego de adivinanzas, especialmente para quienes no conocen el trazado de la ciudad.
Desde el Municipio parece no haber respuesta. Esta situación no es nueva: el pasado 2 de enero, publicamos una nota sobre carteles callejeros vandalizados con aerosol en distintas zonas de la ciudad. A ocho meses de aquella denuncia, las señales continúan en el mismo estado o han empeorado.
El estado de la señalética urbana no solo afecta la movilidad turística, sino que también genera confusión y demoras para los servicios de emergencia, transporte y reparto. A pesar de ser una problemática visible, el mantenimiento y reposición de los carteles parece no estar en la lista de prioridades del Municipio.
La señalización vial es parte esencial del orden urbano. Recuperarla no solo mejora la imagen de San Rafael ante quienes lo visitan, sino que también es una deuda con los propios vecinos.
