Julieta Silva se presentó este martes por la mañana en los tribunales de San Rafael para declarar ante el fiscal Fabricio Sidoti. La mujer enfrenta cargos por lesiones leves, privación ilegítima de libertad, amenazas y desobediencia judicial. Llegó acompañada por su madre y por su equipo legal, integrado por los abogados Roberto Castillo y Clarisa Fuentes.

Antes de la audiencia, Castillo explicó que su defendida había permanecido en silencio en etapas anteriores por miedo a perder la custodia de sus hijos. Según el letrado, Silva fue presionada con advertencias sobre una posible condena de 25 años si decidía hablar, lo que calificó como "chantaje y extorsión". El abogado también sostuvo que la situación responde a un conflicto intrafamiliar que debería resolverse en otros ámbitos, y cuestionó la actuación de la justicia local, motivo por el cual la defensa sumó profesionales de Buenos Aires.

La estrategia de los abogados busca reflotar denuncias previas de Silva que habrían sido archivadas, acusando negligencia fiscal en esos procesos. La defensa insiste en que su clienta es víctima de falsas denuncias vinculadas a su situación social y al estigma que arrastra tras haber sido condenada años atrás por la muerte de su expareja, Genaro Fortunato. Actualmente, Silva está procesada por lesiones leves agravadas por el vínculo contra su pareja, Lucas Giménez, además de los cargos por desobediencia y amenazas.

El pasado 8 de agosto, el juez Claudio Gil decidió que Silva continuara bajo arresto domiciliario con tobillera electrónica, medida que se mantiene vigente mientras avanza la investigación.