4/6/2024
La influencer Tuli Acosta reveló detalles de su relación con el streamer tucumano Oky y las situaciones de violencia psicológica que vivió en ese tiempo.
Las declaraciones de la bailarina se dieron en el programa “Sería increíble“, de Olga, como parte de la conmemoración de la primera marcha de “Ni una menos“, hace 9 años. En esa instancia contó los maltratos que vivió con Octavio Appogh en 2020, durante la pandemia de covid 19.
La relación entre ambos llegó a su fin en 2022, pero ahora Tuli se animó a contar: “Lo peor que te puede pasar en esa situación es aislarte de tu círculo más cercano. Yo soy muy unida a mi familia y fueron muchos años en los que me aislé mucho. Y hoy puedo ver que fue una relación que fue más maltrato psicológico que otra cosa“, explicó.
La influencer nacida en Córdoba detalló que “al estar tan expuesta, fue por ahí por donde entró todo. ‘Si me dejás, esto se te vuelve en tu contra’ o ‘Estás conmigo solo por tal cosa’… Pero si lo dejaba le confirmaba todas esas cosas. Me entregué mucho emocionalmente y, al aislarme de las personas que me tenían a tierra, me empecé a creer todo lo que decía. Yo sentía que estaba siendo transparente, y de la nada tenía ese feedback y decía ‘soy esto’“.
La joven, que ganó el Bailando 2023, contó incluso una sospecha sobre la muerte de su perra Molly, en 2021.
“Fue un día que me peleé y me fui de la casa, y cuando volví había desaparecido. Supuestamente se fue, pero era un chihuahua que son miedosos, no se van a ningún lado. Él estaba en la casa y yo me había ido a la mañana y volví a la noche. Volví y le pregunté dónde estaba y me dijo ‘no te quería preocupar de que no estaba la perrita’. Ahí dije ‘yo me voy de esta casa’“, relató.
Tras ese episodio, Tuli se mudó sola y pudo salir adelante gracias al apoyo de su equipo. Pero no fue fácil.
“Al perder a mi perrita, todo lo que me decía él era hundirme en vez de consolarme y ayudarme para salir adelante“, resaltó.
La joven reflexionó sobre cómo va impactando una relación violenta y lo que se llega a ver cuándo se logra salir.
“Desde afuera es más fácil reconocerlo que cuando lo estás viviendo. Uno lo normaliza porque, como no llega a lo físico, pensás que es una pelea normal. Yo no me daba cuenta que no estaba siendo feliz hace mucho tiempo. Siempre una mínima discusión, la culpa era mía aunque era la suya. Entonces al evitar la pelea, ceder constantemente, y nunca defender tu punto, te empieza a ganar territorio”, puntualizó.