El "Tainrakuasuchus bellator", reptil carnívoro que habitó la Tierra hace 240 millones de años, es un antepasado directo de los cocodrilos modernos.
Un grupo de paleontólogos descubrió los restos fósiles de un lagarto gigante que vivió antes de la aparición de los primeros dinosaurios. El animal, denominado "Tainrakuasuchus bellator", fue encontrado en el municipio de Dona Francisca, en el sur de Brasil.
El animal hallado en un yacimiento conocido como Sitio Posto, en el estado brasileño de Rio Grande do Sul, pertenece al linaje de los pseudosuquios, los antiguos depredadores que dieron origen a los cocodrilos actuales, y habitó la Tierra unos 240 millones de años atrás.
El estudio, publicado este miércoles en la revista Journal of Systematic Palaeontology, fue dirigido por el paleontólogo Rodrigo Temp Müller, de la Universidade Federal de Santa María.
Los fósiles hallados incluyen fragmentos de la mandíbula inferior, vértebras cervicales y dorsales, y un ilion, suficientes para reconstruir parte de la anatomía del ejemplar y determinar que se trata de una especie no registrada previamente por la ciencia.
Luego del hallazgo, los fósiles fueron sometidos a un proceso minucioso de laboratorio, donde le retiraron con extrema precaución la roca que los recubría para preservar cada pieza.
El "Tainrakuasuchus bellator" se encuadra en una especie inédita dentro de los registros fósiles del subcontinente y su nombre combina términos del guaraní, el griego y el latín.
"Tainrakuasuchus" significa "cocodrilo de dientes puntiagudos", mientras que "bellator" -que en latín significa "guerrero"- es un homenaje al pueblo de Rio Grande do Sul.
Según los investigadores, el reptil medía alrededor de 2,4 metros de largo y pesaba unos 60 kilogramos. Su cuerpo estaba cubierto por placas óseas llamadas osteodermos, similares a las de los cocodrilos modernos, y se desplazaba sobre cuatro patas.
Contaba con un cuello largo, una mandíbula delgada repleta de dientes curvados y vértebras cervicales relativamente alargadas, rasgos que lo convertían en un arcosaurio depredador ágil y eficaz.

Los restos fueron hallados en un yacimiento conocido como Sitio Posto, en el estado brasileño de Rio Grande do Sul, Brasil.