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San Rafael Entrevista

El desembarco de las casas-container en San Rafael

La nueva modalidad habitacional se abre paso en el departamento. De qué se trata.

Miercoles, 23 de Agosto de 2017

27-08-2017. ¿Vivirías en un conteiner? Si tu respuesta es No, probablemente esa opinión podría cambiar pronto. Si la respuesta es , podrías considerarte a la vanguardia. Y es que las casas-conteiner, una nueva modalidad habitacional de avanzada, han hecho un silencioso aterrizaje en San Rafael.

Este tipo de viviendas modulares, cuya presencia en la arquitectura contemporánea muestra un sostenido crecimiento, son construidas a base de containers que, tras su paso por el transporte marítimo, salen de circulación y se venden para su utilización en otras áreas; entre ellas, el desarrollo residencial.

Bajo el nombre de Box Life, un emprendimiento local ha subido a San Rafael a la ola de la construcción modular. La innovación, hasta ahora no explorada en el departamento, ha suscitado atención desde que el primer modelo fue emplazado a metros del aeropuerto en marzo pasado.

Augusto Flieller, un ingeniero detrás de la iniciativa, contó a MediaMendoza que el proyecto surgió “importando” la idea, luego de ver un módulo similar en Buenos Aires, donde la práctica está más extendida. Sin embargo, dijo Flieller, la empresa quería otorgarle una impronta “menos petrolera”; más doméstica.

Con este plan en mente, el primer container fue pensado como un producto terminado y compacto; listo para habitar. “Es un departamento para dos personas, que está concebido con equipamiento completo: cocina -con bacha, grifería y amoblamiento-, placards, luces LED, amplias aberturas de aluminio, piso de madera, paredes revestidas, baño y un deck en el techo”, explicó Flieller. “Lo único que tiene que traer el residente es la cama y la heladera”, resumió. Cuando el módulo está terminado –en aproximadamente de 60 días-, se construyen las bases de hormigón, se traslada la casa en un camión y se asienta en el sitio.

Los costos de instalar una casa-container, reconoció el emprendedor, son todavía similares –en metros cuadrados- a los de la construcción convencional. No obstante, señaló, los proyectos modulares tienen otras ventajas: “Se paga el diseño, la terminación de primera y no tener que lidiar con la construcción”, enumeró. “No sé hasta qué punto se logra un buen acabado en una construcción tradicional por el mismo precio”, consideró Flieller. “Tal vez podés hacer algo muy básico; pared de ladrillo, techo de chapa y machimbre”.“Todos los que ven las casas quedan encantados”, manifestó el ingeniero. “Pero el sanrafaelino está todavía muy acostumbrado al ladrillo, y esto es muy nuevo”, admitió ulteriormente.

No obstante, pese a reservas iniciales, es fácil coincidir en un punto: podríamos estar frente al futuro.