Érica Reyes es una de las dos estilistas que confeccionan pelucas en San Rafael. Ahora lleva adelante un interesante proyecto solidario.
8/8/2021
Érica Reyes (47) es estilista, desde muy pequeña supo que estar en contacto con el cabello y embellecer a mujeres y hombres era lo que le apasionaba. Años después de instalar su propia peluquería realizó un interesante curso sobre confección de pelucas para que aquellas mujeres, principalmente, que perdieran su cabello por algún tratamiento oncológico o alguna otra patología no padecieran su alopecia y siguieran luciendo cómo siempre.
Actualmente es una de las dos estilistas que realiza este trabajo en nuestro departamento y son decenas de mujeres que han confiado en su buen gusto para que les realice este accesorio tan significativo para ellas.
Junto a la Incubadora de Empresas ahora trabaja en un proyecto que consiste en realizar sus pelucas de forma gratuita para poder prestarlas a pacientes oncológicos adultos, jóvenes y niños, que sufren la pérdida de cabello en el tratamiento de quimioterapia y no puedan costear ese gasto.
Para lograr ese objetivo Érica solicita la donación del cabello, el mismo es etiquetado y minuciosamente clasificado para que una vez que se realice cada peluca cada persona que donó sepa de su destino.
Dialogamos con ella para conocer más sobre su historia y este interesante proyecto solidario.
¿Cuándo descubriste que este oficio era lo que te apasionaba?
Fue de chica, siempre a las muñecas que me regalaban y sobre todo si eran usaditas, las reacondicionaba.
Siempre me gustaban mucho los cambios eso de cambiar de cosas, de hecho he estudiado un montón de cosas. Además me encanta a coser y tocar pelo (risas).
¿Y experimentabas con las mujeres de la familia?
Si, mis hermanas son mayores que yo y creo que las cansaba (risas) porque además de molestarlas y peinarlas quería que me hicieran lo mismo que se hacían ellas, que me maquillaran, me depilaran. Siempre las miraba y quería ser grande como ellas.
¿Cuándo estudiaste peluquería?
Empecé a los 15 años y me di cuenta que era lo que me gustaba realmente y con el paso del tiempo empecé a domicilio y me fui afirmando, porque al principio no es nada fácil. Después de unos años, ya pude instalar mi peluquería acá y ya estoy hace 20 años.
¿Cómo fueron tus inicios en la peluquería? ¿Te gusta hacer de todo o especializarte más en cortes, color, peinados?
Me gusta todo de la peluquería desde niños a grandes, siempre atendí a hombres y mujeres, pero en la actualidad me he quedado más con las mujeres, tengo algunos hombres que son clientes desde hace 10 años.
Respecto al color, la línea con la que trabajo es alemana y tiene como resultados colores muy naturales, me he especializado en los rubios muy naturales y podría decir que eso es lo que más me gusta. Siento que mi caballito de batalla son los rubios, pero también me gusta hacer cortes, peinados.
¿Me imagino que en esto siempre estás actualizándote y en constante capacitación?
Si siempre metida en todos lados, porque si hay algo que me ayuda mucho es el aprender desde algo para mi trabajo a algo que me ayude en mi vida. Todo lo que sea estudio para mi trabajo o para la vida siempre es bienvenido.
¿Y con las pelucas cuándo empezaste?
Hace unos 9 años hice un curso a través de internet en España, me salió muy caro pero valió la pena porque fue dónde aprendí todo lo que sé y lo que me ayudó mucho a tratar con pacientes oncológicos fue más que nada ponerme en su lugar. Pensar “si yo estuviera peladita que sentiría, cómo podía hacer el gorrito”.
Para rendir mi idea era, como tenemos el pelo largo de la persona que ha sido diagnosticada, antes de que se le empiece a caer cortémoslo y ocupémoslo para hacer una peluca, así la persona se siente mejor porque es su pelo.
Entonces por intermedio de una clienta que hizo una cadena llegué a una señora que empezaba con quimio y tenía el pelo largo, le corté el pelo, hice su peluca, la presenté para rendir y conté cómo la había hecho y obtuve muchas felicitaciones, porque fue una revolución el haber ocupado el mismo pelo de la persona y cómo me las había ingeniado para hacer la peluca sin comprar las cortinas hechas, sino que usando el propio cabello de la paciente oncológica y empezar desde cero, desde cortar el pelo, clasificarlo en corto medianos largos, coserlo, agregar un poco más de pelo de otra persona amiga de esta chica que vino a donar y para ellos fue maravilloso cómo me las había arreglado siendo de un lugar tan pequeño, y demostrar que cuando se quiere se puede.
Llevo realizadas 72 pelucas, todas salieron muy felices. Siempre hay una charla porque no todos sabemos ponernos una peluca, no somos actrices que nos ponemos y nos sacamos las pelucas, pero lo más lindo es haber sido parte de sus vidas y haberlas acompañado en ese momento, desde la contención además. Todas con una historia de vida diferente, todas me han dejado una enseñanza.
¿Imagino que el proceso de realización de una peluca es muy minucioso, no?
Si, primero es ir separando y clasificando los cabellos más cortos y los más largos, tienen que estar planchados y limpios, se descarta lo que no sirve y luego se cose en una máquina industrial para colocarlo en los gorritos, se arman las cortinas, se prepara el gorrito de acuerdo a la medida de la persona y se va envolviendo el casquito.
Se hace en círculo y después pelo por pelo en el caso de las mujeres que usan raya al costado o al medio.
¿Te piden que les respetes el peinado que usan habitualmente, no?
Sí, yo le hago el corte lo más corto posible o si ella lo prefiere la pelo, pero eso rara vez ocurre, y después la peluca en si es como ella lo llevaba y tratar de que se vea lo más natural y que al espejo diga soy yo, esa es la idea.
¿Cuál es el mantenimiento de una peluca?
Yo les enseño a lavarla, a peinarla, les explico que es su accesorio, su compañía pero hay veces que me la traen para que se las lave y las peine. Hay muchas mujeres que una vez que se acostumbran no se las quieren sacar y por ahí me las traen un domingo a la noche y las vienen a buscar el lunes.
El pelo se puede aclarar, se puede hacer mechitas, lo que deseen, pero debe tener un cuidado extra porque es un cabello que no tiene irrigación sanguínea, como lavarlo, secarlo muy bien, poner alguna ampollita.
Para un hombre quizás no le represente mucho así sea corto o largo el pelo, pero para nosotras las mujeres es nuestro marco.
¿Y los insumos, son difíciles de conseguir?
Acá los materiales no ingresan y gracias a Dios tengo clientas muy buenas que cuando viajan al exterior me han traído cosas y eso me ha ayudado mucho, pero lo feo es que no tengo continuidad con los materiales y estos dos últimos años ha sido remar en dulce de leche.
Hay una empresa muy grande de Buenos Aires que vende pelo, sale 170 mil pesos el kilo, y para una peluca se necesita entre 150 y 200 gramos, entonces se le encarece mucho a la persona.
Contame de tu proyecto del banco de pelucas
Yo siempre he querido hacer un banco de pelucas hechas y prestarlas a aquellas personas que no puedan comprarlas, porque estamos hablando de 19 a 20 mil pesos el costo de una peluca, por los gramos que lleva, sin contar el trabajo. En 100 gramos ya tenes 18 mil pesos, si yo lo tengo que comprar no lo puedo hacer.
Entonces presenté este proyecto en el Municipio en la Incubadora de Empresas y me han prometido darme una ayuda para poder llevar adelante esta iniciativa. Muchas personas se acercan a donar su cabello y ese yo lo tengo apartado, etiquetado y cuando ya tenga una cierta cantidad voy a hacerlas y voy a convocar a los medios para mostrar lo que hice con esas donaciones.
Y mostrar a cada donante dónde quedó su pelo, para hacer todo transparente, porque más de un colega piensa que yo voy a sacar algún rédito económico con esto y yo lo que quiero es simplemente ayudar a otras mujeres a que se sientan bien.
¿Cómo se contactan con vos?
A través de mi celular 2604647233, en Instagram y Facebook: Érica Reyes Peluquería o bien en Declesio García 840.