Luego de consensuar con algunas clínicas nucleadas por Aclisa (Asociación de Clínicas y Sanatorios), los traumatólogos dispusieron una tregua en medio del conflicto que inició el 1 de abril respecto de la atención a los afiliados de PAMI.

Los especialistas, por 60 días, atenderán casos que sean de urgencia y emergencias, mientras que no prestarán el servicio para las cirugías programadas. El acuerdo es con el 50% de las clínicas y no con todas las que operan en Mendoza. Las clínicas comunicaron que están absorbiendo los costos y pagando por prestación realizada.

Si bien hace una semana se propuso llegar a una tregua en casi las mismas condiciones, la misma fue rechazada hace pocos días al no aceptar una nueva propuesta económica por lo que la atención continuó siendo restringida.

Lo que se resolvió es que algunas clínicas privadas abonen a los especialistas con los que llegaron a un acuerdo, según los valores de OSEP, es decir, se paga por prestación realizada, algo que vienen reclamando los médicos y que sería uno de los motivos por los que se desató el conflicto.

Mientras tanto, planifican que habrá reuniones con PAMI para el servicio que requieren los afiliados, aunque el titular del PAMI Mendoza este martes dejó plantada a la Comisión de Salud en la Legislatura. La reunión estaba programada para que el funcionario explicara cómo se iba a resolver el conflicto con los traumatólogos.

Desde las clínicas remarcaron a este medio que "el conflicto no puede sostenerse en el tiempo porque no pueden afrontar los valores impuestos por los especialistas". Además, indicaron que "por el momento lo hacen para atender las urgencias de los pacientes que han quedado en espera".

Asimismo, recalcaron que si bien el ministro de Salud de Mendoza, Rodolfo Montero, puso a disposición los efectores públicos para la atención, el mayor inconveniente que surge es que no hay camas disponibles en el sector.

Acerca del conflicto

El conflicto entre los traumatólogos de Mendoza y el PAMI llegó a un punto álgido que obligó a los especialistas a suspender la atención a los afiliados de la entidad en todas las clínicas privadas de la provincia.

Si bien el mayor inconveniente es económico y los únicos damnificados son los afiliados de PAMI, existiría otra punta para analizar, que quedó oculta bajo la alfombra, y tiene que ver con el pago que las clínicas privadas le otorgan a los médicos. En muchos casos, difiere entre 30 y 60 días después de prestado el servicio.

 De acuerdo con lo referido por las autoridades de Aclisa, "los profesionales exigen un incremento de sus honorarios que ronda entre un 300% y 400%", cifra considerada por los que manejan las clínicas como "exorbitante".

Fuente: El Sol