El orden fiscal permite que la reducción de impuestos sea sostenible en el tiempo por lo que hace nueve años que el Gobierno de Mendoza sostiene medidas de reducción de impuestos, entre los cuales se destaca un plan de reducción de alícuotas del impuesto a los Ingresos Brutos y reducción de la carga del impuesto de sellos.
Reducción de alícuotas de Ingresos Brutos
En el ejercicio 2017 el Gobierno de Mendoza inició el camino de reducción de alícuotas generales del impuesto a los Ingresos Brutos, la que se profundizó con la adhesión de Mendoza al Consenso Fiscal en 2017. La agresiva rebaja de alícuotas implementada por Mendoza, especialmente en los primeros 2 años de implementación (2018 y 2019), redujo significativamente la presión fiscal en los eslabones intermedios de la cadena de valor.
Posteriormente, el empeoramiento del contexto económico nacional durante 2019 y la crisis económica desatada por la pandemia llevó a la Nación a suspender la aplicación del Consenso Fiscal para los ejercicios 2020 y 2021. Con este hito, muchas provincias decidieron aumentar alícuotas de ciertas actividades del impuesto a los Ingresos Brutos, camino que no fue el elegido por Mendoza. Más aún, continuando en la senda de alivio fiscal, Mendoza redujo en un 50% la alícuota de ingresos brutos sobre las actividades más afectados por la pandemia para el año 2021 (con énfasis en el alivio a las relacionadas con el sector turismo) y en 2022 mantuvo dichos beneficios sumado a la implementación de Tasa Cero en investigación y desarrollo, industria del software y recuperación de materiales y desechos.
Para el ejercicio 2023, la Ley Impositiva introdujo importantes reformas enfocadas en reducir la presión fiscal de contribuyentes pequeños y medianos de todos los sectores. Se eliminaron las "alícuotas incrementales" por tramo de facturación; se estableció una alícuota reducida para empresas de menor facturación en los principales sectores de la economía que tributan el impuesto (industria, comercio, servicios, hoteles y restaurantes, entre otras); y se bajaron los alícuotas generales en 74 actividades de industria y construcción.
Para el ejercicio fiscal 2024, se redujo la presión fiscal sobre el rubro comercio mayorista, sobre las actividades de alquiler y se disminuyó fuertemente las alícuotas para los servicios de despachantes de aduana. Se redujo también la carga del impuesto en contribuyentes pequeños y medianos del sector industrial y de otras actividades complementarias al transporte.
Para el ejercicio fiscal 2025, se continúa en el sendero de alivio fiscal donde se otorgó la exención total del impuesto a las actividades de generación de energía a partir de fuentes renovables. Esta medida se complementó con una reducción en el impuesto para las actividades relacionadas con la salud humana con el objetivo de aumentar la competitividad de los servicios de salud en la Provincia y aliviar la carga sobre los servicios de salud pública gestionados por la administración provincial. Así, se estableció una alícuota del 0% para los servicios de internación y se redujo en 0,5 puntos porcentuales la alícuota de otras actividades del sector. Esto representa una disminución de la presión fiscal de entre el 10% y el 15% en comparación con los valores vigentes en 2024.
Reducción de la carga del impuesto de sellos
Con respecto al Impuesto de Sellos, se introdujeron en los últimos años exenciones para contratos de locación destinados a casa habitación y con destino comercio hasta un monto fijado anualmente en la Ley Impositiva. Además, se redujo la alícuota a pagar por la inscripción de vehículos cero kilómetros y se exceptuó del pago de sellos a los créditos hipotecarios y para inversión productiva, a los créditos para la compra y construcción de viviendas y a la compra de lotes destinados a vivienda.
Continuando con la tendencia del alivio fiscal, la Ley Impositiva 2025 propone un sendero de reducción de la alícuota general, de a 0,25 puntos porcentuales por año. Esto implica que, en 2025, la alícuota general es del 1,25%, lo que representó una disminución del 17% respecto al valor vigente en 2024. La reducción continuará de forma progresiva hasta llegar al 0% en 2030. La disminución gradual también aplica para las operaciones con alícuotas especiales. En particular, el impuesto por la inscripción de vehículos 0 km disminuyó 0,75 puntos porcentuales, lo cual equivale a una reducción de 30% respecto a la alícuota vigente en 2024. La alícuota por transferencia de inmuebles y por operaciones financieras se redujo en 0,25 puntos porcentuales, equivalente a una reducción de entre el 10% y el 12,5% en comparación con los valores de 2024.
Disminución de la presión fiscal en Impuestos Patrimoniales
Con respecto a los impuestos patrimoniales (automotor e inmobiliario), el gobierno provincial viene aplicando desde 2021 topes de aumento en el impuesto determinado por debajo de los valores observados de inflación. Los mencionados topes han generado una disminución de la presión fiscal en términos reales, con su correspondiente impacto en la recaudación y en la coparticipación a los municipios. Por ello, en 2025 se comenzó con la adecuación gradual de los impuestos patrimoniales, contemplando la capacidad de pago de los contribuyentes y garantizando que quienes se encuentren en situaciones similares tributen de manera equitativa.
En relación con el impuesto automotor, en 2025 se reemplazó el esquema de topes de aumento, por una escala de alícuotas progresivas que varían según el avalúo del vehículo. Esto significa que, en los vehículos que el impuesto a pagar se calcula como un porcentaje del valor del automotor, este porcentaje crece con el avalúo (desde 1,5% hasta 3%). Este cambio permite reducir las inequidades generadas por los topes de aumento, ya que, en 2024, muchos vehículos con avalúos similares pagaban impuestos muy dispares, dependiendo de si estaban sujetos a dichos topes o no.
Por último, con respecto al impuesto inmobiliario, en el ejercicio 2025, se adecuaron los tramos de avalúos para calcular el impuesto, lo que permitió obtener una mejor distribución de las parcelas en las distintas categorías. Además, se incorporó una nueva fórmula de cálculo del impuesto, que combina montos fijos y variables según categorías y alícuotas crecientes.
Este enfoque elimina los saltos bruscos en el monto a pagar al cambiar de categoría, lo que asegura una mayor equidad tributaria para los contribuyentes de la provincia. También, se actualizó la información catastral obtenida mediante vuelos de relevamiento, los cuales permitieron detectar una cantidad significativa de superficie no registrada. Esta mejora en la calidad de la información y la gestión eficiente de los tributos ha permitido también reducir los niveles de morosidad.