El atraco ocurrió cerca de las 6:00 de la mañana, luego de que el grupo de argentinos ingresara al país por el paso Los Libertadores.

El bus se dirigía por la Ruta G-71 con destino a Estación Central, un lugar habitual para realizar las compras. En ese momento, al menos dos vehículos le cerraron el paso al colectivo de la empresa. De ellos bajaron entre 8 y 10 delincuentes, todos con armas y a rostro cubierto.

Los asaltantes procedieron a intimidar y a golpear a varios de los 60 pasajeros, así como al conductor del bus, según relataron las víctimas. 

El coronel de Carabineros, Marco Gutiérrez, confirmó que tres personas resultaron lesionadas a causa de los golpes. Las víctimas incluyen al chofer y dos pasajeros, y las lesiones fueron catalogadas como de "carácter leve". Entre los pasajeros damnificados se encontraban menores y bebés.

El robo afectó las pertenencias de 28 de los turistas. Los delincuentes sustrajeron dinero en efectivo, documentos personales y algunos celulares. El avalúo total de lo robado asciende a 26 mil dólares, lo que equivale a poco más de 24 millones de pesos chilenos.

Franco Pivato, dueño del bus, lamentó la minuciosidad de los ladrones, quienes "se llevaron hasta las llaves del micro", además de teléfonos y pertenencias.

Hasta el momento, no hay detenidos por el asalto, y las autoridades señalaron que se trata del primer caso de estas características que afecta a un bus transandino.

El coronel Gutiérrez explicó que se trabaja con las autoridades argentinas para poder coordinar el regreso de las víctimas a su país, ya que perdieron sus documentos de identidad a manos de los delincuentes.

El dueño de la empresa de transporte, Franco Pivato, aunque su compañía realiza este tipo de tours desde hace años sin incidentes tan graves, criticó fuertemente la respuesta oficial. Señaló que "Carabinero se demoró dos horas en llegar hasta donde estaba el coche". Pivato confirmó que venía viajando hacia Chile para auxiliar a las víctimas.

Fuente: Diario Jornada