Los acusados, padre e hijo, irrumpieron en medio de una celebración judía. El mayor fue abatido por la policía y el menor se encuentra internado.
Mientras avanza la investigación por el ataque terrorista ocurrido durante una celebración judía en una playa de Sídney, la Policía australiana confirmó que los responsables del tiroteo que dejó al menos 16 personas muertas son padre e hijo.
Uno de los atacantes fue identificado como Naveed Akram, de 24 años, de origen pakistaní y nacido en Lahore. El joven residía en Australia y cursaba sus estudios universitarios en la ciudad de Sídney. Además, se desempeñaba como albañil. Tras el ataque, fue trasladado a un hospital, donde permanece internado.
Según confirmaron fuentes policiales, Akram nació el 12 de agosto de 2001, dato que fue corroborado a partir de su licencia de conducir, hallada durante un allanamiento.
El procedimiento policial se realizó en una casa ubicada en los suburbios de Bonnyrigg, señalada como su posible domicilio. Allí, los investigadores no encontraron elementos vinculados a ideologías extremistas ni mensajes antisemitas. Además, las autoridades señalaron que no hay registros en sus redes sociales que permitan inferir creencias religiosas o motivaciones ideológicas relacionadas con el ataque.
En cuanto a su formación académica, la Policía detalló que Akram inició estudios terciarios en la Universidad Hamdard de Islamabad, en Pakistán, y luego los continuó en la Universidad Central de Queensland, en Australia. También habría pasado por el Instituto Al Murad, donde fue descrito como un "estudiante modelo".
El segundo atacante es su padre, un hombre de 50 años, cuya identidad no fue difundida oficialmente. El comisario de Policía de Nueva Gales del Sur, Mal Lanyon, fue quien lo confirmó y aclaró que no se busca a ningún otro sospechoso.
De acuerdo con la información oficial, el padre contaba con licencia legal para poseer seis armas de fuego, todas ellas secuestradas durante los operativos posteriores y que serían las utilizadas en el ataque.
Desde la fuerza de seguridad insistieron en llevar calma ante las especulaciones que circularon en redes sociales. "La persona sospechada no tiene antecedentes policiales ni estaba bajo investigación previa", señaló Lanyon en conferencia de prensa. Y agregó: "Este no es momento de represalias, sino de permitir que la policía haga su trabajo".
Fuente: TN