El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, aseguró que su país está dispuesto a recibir a Nicolás Maduro en caso de que el mandatario de Venezuela decida dejar el país, aunque aclaró que no existen negociaciones formales ni acuerdos previos sobre un eventual exilio, en medio de un contexto de tensiones diplomáticas, sanciones internacionales y presiones por parte de Estados Unidos sobre ambos gobiernos.
En una entrevista difundida por los medios BELTA y Newsmax TV, Lukashenko expresó que Maduro "nunca fue un enemigo" de Bielorrusia y sostuvo que las puertas del país europeo "siempre estarán abiertas" para él.
Autoridades de la Coordinación del paso a Chile informaron que este 16 de diciembre, la frontera internacional se encuentra habilitada en ambos sentidos de circulación para todo tipo de vehículos. Según la Dirección de Contingencias Climáticas, se registra buen tiempo en alta montaña. El Paso Pehuenche abre.
Sin embargo, el líder bielorruso fue enfático al desmentir versiones sobre un traslado inminente: "Este tema, sinceramente hablando, jamás ha sido abordado", aseguró.
Lukashenko también ofreció una valoración personal del presidente venezolano, a quien describió como un dirigente firme y cercano al legado de Hugo Chávez. "Es un tipo duro, un chavista, un hombre decente y sensato con el que se puede conversar y llegar a acuerdos", afirmó. En la misma línea, insistió en que nunca mantuvo conversaciones directas con Maduro sobre una eventual renuncia o salida del país.
Las declaraciones buscan poner fin a rumores difundidos en la prensa bielorrusa sobre un supuesto acuerdo para que el mandatario venezolano se instale en Bielorrusia. "Nunca hemos hablado con Maduro de esto. De Venezuela hablamos más con los estadounidenses que con el propio Maduro", reiteró Lukashenko.
En la misma entrevista, el presidente bielorruso también rechazó las acusaciones de narcotráfico formuladas por Estados Unidos contra Maduro, quien es señalado por Washington como líder del denominado Cartel de los Soles.
"Los estadounidenses no tienen pruebas, y yo tampoco. No creo que eso sea así", sostuvo y cuestionó el enfoque militar para combatir el tráfico de drogas. "No se puede vencer a las drogas con misiles", advirtió.
En el plano geopolítico, Lukashenko criticó la postura de Estados Unidos de no reconocer las elecciones presidenciales en Venezuela y alertó sobre los riesgos de una intervención militar.
Según el mandatario, un ataque externo solo fortalecería el respaldo interno a Maduro. "Si Estados Unidos ataca, el pueblo venezolano se unirá en torno a su presidente", afirmó.
Las declaraciones del presidente bielorruso se conocieron luego de dos días de conversaciones con John Cole, emisario de la Casa Blanca, que derivaron en la decisión de Minsk de indultar a 123 presos, incluidos líderes opositores, a cambio del levantamiento de sanciones sobre el potasio bielorruso.
Este episodio se inscribe en un contexto de relaciones tensas, sanciones económicas y negociaciones indirectas entre Bielorrusia, Venezuela y Estados Unidos.
Paralelamente, el gobierno venezolano mantiene una movilización militar permanente ante la presión internacional. Un informe del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) señala que el despliegue naval estadounidense en la región es el más importante desde la Guerra del Golfo Pérsico de 1990-1991.
En este escenario, Lukashenko llamó a la comunidad internacional a priorizar el diálogo y evitar una escalada militar, como única vía para reducir la confrontación.