En los últimos días se conoció la lamentable noticia del asesinato de una sanrafaelina en el estado de Puebla, en el centro de México. Se trata de Fátima Estefanía Martín, quien tenía 36 años y cuyo cuerpo fue hallado esta semana en la localidad de San Andrés Cholula.

El hecho ocurrió el pasado 14 de septiembre, pero el caso se conoció en las últimas horas. "Queremos saber quién la mató", exige su familia desde San Rafael.

Lo que la familia busca ahora es poder traer el cuerpo de Fátima a San Rafael y por eso se está pidiendo la colaboración de toda la sociedad para recolectar fondos, ya que se trata de un tramite internacional muy costoso y engorroso.

Sus familiares y amigos comenzaron una campaña para poder recolectar el dinero y lograr repatriar el cuerpo de la sanrafaelina víctima de este lamentable crimen.

"Cada donación cuenta. Necesitamos de tu ayuda para poder repatriar el cuerpo de Fátima Martín desde México a la Argentina", destaca un flyer que lanzaron para sumar voluntarios y colaborar con la cruzada de sus 9 hermanos.

Quienes puedan colaborar para juntar el dinero (unos 7 mil dólares), pueden sumar su aporte a la cuenta con alias ANITAHANDBALL.UALA de Ana Carolina Martín.

El tremendo femicidio de Fátima

La policía del estado de Puebla investiga como posible femicidio el crimen de Fátima Estefanía Martín, la sanrafaelina de 36 años cuyo cuerpo fue hallado esta semana en la localidad de San Andrés Cholula.

Fátima había nacido en San Rafael y hasta los 29 años vivió acá. A esa edad decidió migrar a México y con el tiempo logró establecerse.

Ya radicada en San Andrés de Cholula, Fátima trabajaba en el mercado inmobiliario y estaba en pareja.

Se suponía que Fátima viajara el 13 de septiembre pasado a Mendoza para asistir al casamiento de un sobrino, entre otros compromisos. Las alarmas se encendieron dos días más tarde, cuando un amigo de la mujer, llamado Jesús, se contactó con su familia en Argentina para preguntar por ella.

Recién el miércoles de esta semana la familia de Fátima logró que la aerolínea le confirmara que ella nunca se subió al vuelo con escala en Chile que debía traerla de regreso a Mendoza.

En paralelo, Jesús radicó una denuncia para averiguar el paradero de Fátima, y las autoridades empezaron a buscarla. Pronto se develaría el misterio: su cuerpo estaba en un estanque de no más de 20 centímetros de profundidad, no muy lejos del departamento donde residía.

La mujer murió tras recibir un disparo en la cabeza. Además se supo que tenía las piernas envueltas en una bolsa de consorcio.

Jesús fue el encargado de reconocer el cuerpo de Fátima y luego de revisar las cámaras de seguridad del edificio en el que vivía la mujer. Según su relato ella se retiró sola de la vivienda el 13 de septiembre pasado, pero nadie más la vio con vida desde ese día.

Entre las marcas de violencia que exhibe el cuerpo de Fátima presentaba lesiones visibles sobre el pómulo izquierdo y en la zona de la mandíbula, aparte de las marcas que tenía en el rostro y hematomas en su brazo izquierdo.

Quien sea que la mató -y su familia en San Rafael sostiene que fue víctima de un femicidio- le dejó sus posesiones, como el set de collar y aros que solía usar.

Mientras la Justicia en México avanza con la investigación para dar con los responsables del crimen, la familia reclamó que se siga investigando y que "no se guarde el caso".