El nombre de Julieta Silva volvió a estar en boca de todos en San Rafael, Mendoza y medios nacionales. A ocho años de la trágica muerte de Genaro Fortunato, la mujer que fue condenada por atropellar y matar a su novio a la salida del boliche Mona, volvió a quedar detenida este jueves por agredir físicamente a su actual esposo.
"No me sorprende para nada, era cuestión de tiempo", dijo al respecto Graciela Linares, la mamá de Genaro, en un breve diálogo con TN. Y subrayó: "Lo que sí me sigue sorprendiendo es el accionar de la Justicia. Evidentemente están esperando que mate a otra persona para hacer lo que deben hacer".
Para Linares, el fallo que condenó en 2018 a Silva a la pena de 3 años y 9 meses de prisión por homicidio culposo "fue benévolo" con ella, que nunca mostró arrepentimiento por lo sucedido.
En este sentido, en una entrevista de años atrás, la mamá de Genaro señaló: "Cuando realmente cometés un accidente te desangrás por demostrarlo, pedís disculpas". Sin embargo, remarcó, aunque Silva "tuvo mil oportunidades de hacerlo", jamás se acercó a la familia ni les pidió perdón.
El casamiento entre Silva y Lucas Giménez se realizó a principios de diciembre de 2022 en un salón al aire libre llamado Anselmo, ubicado a cinco minutos en auto del lugar donde, el 9 de septiembre de 2017, la vida de Genaro terminó de manera brutal.
Las imágenes de la fiesta y la luna de miel en México fueron compartidas en aquel momento por la propia Silva en sus redes sociales, pero no todo fue color de rosa. Es que la boda, inevitablemente, estuvo marcada por el pasado de la mujer.
De hecho, según trascendió entonces en los medios, buena parte de la familia de Silva - que ya había tomado distancia de ella tras la muerte de Fortunato, ni siquiera estuvo presente en la boda.
Sin embargo, el clima de tensión durante la fiesta de casamiento llegó a su punto máximo por una frase de mal gusto que le dijeron a Giménez, el flamante esposo de Silva: "Tomate un taxi, por las dudas que no llegues".
El "consejo", una referencia directa al antecedente criminal de la novia, dejó afuera del festejo a algunos allegados del novio y sumó un nuevo capítulo de dolor para la familia Fortunato.
La noche del 9 de septiembre de 2017, Silva y Fortunato, que llevaban cuatro meses de noviazgo, discutieron dentro del boliche Mona. La pelea siguió en la calle, bajo la lluvia. Según testigos, Genaro intentó impedir que Silva se fuera en su auto, pero ella aceleró y él cayó al piso.
Silva declaró que no veía bien porque no tenía puestos sus lentes y que pensó que había pisado un pozo. "Hice como 150 metros, o más. Pero me arrepentí de haberlo dejado, me quise volver, tenía en mi mochila su celular. Hice una 'U' y me volví. Cuando volví venía mirando para el costado izquierdo, donde estaba estacionado el auto", relató ella en el juicio.
"Sentí un movimiento con el auto y tuve sensación de que había pisado un pozo y seguí. El chico del estacionamiento me dijo: 'lo atropellaste'. No le creía. Me bajé y atrás estaba en la parte derecha. No entendía nada".
Durante el juicio por la muerte de su hijo, Graciela Linares se animó a hablarle cara a cara a Silva: "¿Por qué, Julieta? Genaro te quería, tenía proyectos con vos y vos sabés de lo que te estoy hablando. Tengo el derecho de poder preguntar por qué, de poder entender qué pasó, qué tanto mal hizo Genaro".
Pero Silva nunca respondió.
Fuente: TN