Por Enrique Mario Barrera
La apasionante historia del sur de Mendoza nos da datos importantes para seguir completando nuestro acervo cultural desde nuestros orígenes. La denominación de los pueblos que habitaron la región, Puelche y Pehuenche recibió esos nombres desde la época en que los originarios del sur de Chile, los que el español en la conquista nombró como Araucanos y que en su idioma original, el Mapudungun fue y es Mapuche, los llamó de esa manera; eran épocas de araucanización de nuestros territorios a partir de la segunda mitad del Siglo XVIII cuando los Mapuche cruzaron la cordillera y comenzaron la beligerante relación con quienes vivían al este del cordón montañoso.
Sabido es que quienes habitaban el sur de Mendoza y comprobado por los estudios antropológicos desde la última glaciación (hace 10.000 años) fueron los mencionados Puelche que con anterioridad a la llegada de los Mapuche habrían recibido el nombre de Gününa Küne, según citan algunas fuentes que detallaré.
En la década del 40 del Siglo XX un estudioso del pasado de la Patagonia, Tomás Harrington, estuvo viviendo con descendientes de pueblos originarios de Neuquén y La Pampa durante 15 años y allí pudo averiguar que los antiguos habitantes de esos territorios y que llegaban al sur de Mendoza se denominaban Gününa Küne que significa Gente Gününa y que definían al término palabra o idioma como Yájich.
Puede haber cruzado este pueblo hacia territorio chileno allá por el Siglo XVIII, antes que lo hicieran los Mapuche en sentido contrario. Los gününa eran originarios de nuestra Patagonia y sur de Mendoza, luego se produjo la aculturación proveniente del mapudungun a partir de esa época, sin dudas.
Tiempo después los habitantes originarios de Neuquén se vieron obligados a desplazarse también hacia el sur de Mendoza llegando hasta el Río Diamante.
Es muy interesante una nota de la historiadora sanrafaelina Andrea Greco quien cita a José Manuel Zabala Cepeda, autor chileno, que expresó que “para los Mapuche, el mundo de los puelche, desde su mirada podrían ser considerados salvajes o bárbaros” y por eso mantenían con ellos relaciones de hostilidad y desprecio.
También sabemos el comportamiento de los Mapuche a finales del Siglo XVIII y principios del Siglo XIX, que llevó a que los Pehuenches de esa época, bajo el mando de la Cacica María Roco decidiera ir a Buenos Aires para gestionar la construcción de un fuerte, el que luego se llamó Fuerte San Rafael del Diamante hacia 1805, para frenar esa violencia.
Los ataques venidos del oeste de la cordillera siguieron hasta que en el año 1818 se incrementaron con la presencia de los hermanos Pincheira, acciones que duraron hasta 1832 en que fueron vencidos por el accionar conjunto de las fuerzas militares de las provincias Unidas y Chile definitivamente.
Se debe tener en cuenta que en el año 1832 se establecieron en la zona patagónica cordillerana muchas familias Mapuche que vivieron en paz y actualmente se reconocen argentinos y no tienen nada que ver con los seudo mapuches que alteraron nuestra tranquilidad en los últimos años.
Demostrado está que los Pehuenche ocuparon lo que hoy es Malargüe y el oeste de San Rafael hasta el Río Diamante y también está demostrado que los Puelche ocupaban todo el norte, centro y este de San Rafael incluido Punta del Agua al sur y todo el territorio de Gral. Alvear y eso está respaldado por el hecho que en 1822 el gobierno de Mendoza les reconoció ese territorio firmándose un convenio con Vicente Goico y del cual fue testigo don Tomás Godoy Cruz. Vale la pena leer el libro Monte Comán y el Ferrocarril del escritor y profesor José A. Montoya.
Está llegando el tiempo en que los habitantes del sur mendocino revirtamos ese proceso de aculturación que impuso nombres mapudungun a nuestros pueblos originarios y volvamos a llamar a nuestros antepasados nativos con su verdadero nombre, tal vez Gununa Kune en honor a ellos. Ojalá se logre. (Gününa Küne = gente Gününa)