La causa que enfrenta Julieta Silva, imputada por lesiones leves agravadas en el marco de violencia de género contra su esposo, el empresario Lucas Giménez, entra en una etapa decisiva.
Cabe recordar que Silva fue imputada en julio pasado, después de que Giménez llamara al 911 denunciando haber sido agredido y necesitara resguardarse de los golpes. Actualmente cumple prisión domiciliaria con tobillera electrónica, debido a que es madre de una niña pequeña.
Por el delito de lesiones leves agravadas, el caso podría resolverse mediante un juicio abreviado, con una pena menor a un año, lo que implicaría que Silva asumiera su responsabilidad sin un juicio largo y mantener la prisión domiciliaria, considerando su condena previa.
Sin embargo, la causa tiene alta repercusión mediática y se enmarca en violencia doméstica, lo que complica cualquier acuerdo. La defensa, encabezada por Roberto Castillo, sostiene que Giménez ejercía violencia sobre Silva, lo que tensiona las negociaciones.
La Justicia de San Rafael deberá equilibrar rapidez con una respuesta contundente, y la decisión final será clave para el futuro penal de Silva. La audiencia se espera para comienzos de la próxima semana.