Cada 17 de noviembre se conmemora el Día Mundial del Niño Prematuro, una jornada dedicada a visibilizar los riesgos y desafíos que enfrentan los bebés que nacen antes de término, así como a promover el acompañamiento y la atención integral tanto para ellos como para sus familias.
Las estadísticas afirman que cada año, nacen alrededor de 15 millones de bebés prematuros en todo el mundo, y más de un millón muere antes de cumplir los cinco años. Desde 2015, los nacimientos prematuros son la principal causa de mortalidad infantil, especialmente en países con menos recursos y acceso limitado a servicios de salud.
Los bebés que logran sobrevivir pueden enfrentar secuelas como problemas respiratorios, pérdida de visión o audición, retraso en el desarrollo cognitivo o parálisis cerebral. Sin embargo, con cuidados adecuados y seguimiento médico temprano, muchos logran un desarrollo saludable y pleno.
Para conocer más en detalle la situación en el hospital Schestakow, dialogamos con el médico pediatra, Gonzalo Herrera, quien se refirió a las causas y prevención, a los tipos de prematurez y al trabajo que se realiza en ese nosocomio con los pequeños pacientes, entre otros aspectos.
El Día Mundial del Niño Prematuro invita a reflexionar sobre la importancia del cuidado neonatal, la atención oportuna durante el embarazo y el apoyo emocional y médico a las familias. También busca visibilizar historias de superación y destacar el rol fundamental del personal de salud que acompaña cada proceso.