Arqueólogos hallaron en la Domus Aurea una colección de materiales únicos, entre ellos un raro lingote de azul egipcio y otros pigmentos utilizados para decorar el majestuoso palacio de Nerón.
La Domus Aurea, la imponente residencia del emperador Nerón, fue el lugar de un fascinante descubrimiento: los valiosos pigmentos que se utilizaron hace dos mil años para embellecer sus lujosas estancias, incluyendo un raro lingote de azul egipcio. Este hallazgo, encontrado en un antiguo almacén, fue anunciado este lunes por los responsables de la excavación.
"La "Domus Aurea" una vez más emociona demostrando el brillo de los colores empleados por los pintores que, con destreza, decoraron las estancias de este precioso y refinado palacio imperial", declaró la directora del Parque del Coliseo, Alfonsina Russo.
Los pigmentos fueron desenterrados gracias a una reciente investigación en dos depósitos que habrían sido utilizados durante la construcción de la villa, encargada por Nerón tras el devastador incendio que arrasó Roma en el año 64 d.C. Este descubrimiento ofrece una visión más profunda sobre las técnicas y materiales empleados por los artistas de la época.
Ubicada en la colina Oppio, frente al Palatino, la magnificencia de este palacio le otorgó el nombre de Domus Aurea, o "casa de oro". Sin embargo, tras la muerte de Nerón, fue sepultada deliberadamente durante siglos en un intento de borrar su memoria de la historia, aunque su legado sigue resurgiendo con cada nuevo hallazgo arqueológico.
Los pigmentos han sido encontrados gracias a una investigación reciente en dos almacenes utilizados durante la construcción de esta villa romana. Foto: EFE/Oficina de prensa del Parque Arqueológico del Coliseo
No obstante, el lujo de su decoración ha quedado de nuevo demostrado al descubrir en dichos almacenes los pigmentos usados en sus frescos y murales.
Te podría interesar
Entre los colores hallados, y sometidos a un detallado análisis microscópico y espectroscópico para determinar su composición química, están el rejalgar, un sulfuro con el que se obtenía un intenso rojo, o el ocre amarillo, a partir del óxido de hierro. No obstante, el descubrimiento más destacado es un "excepcional" lingote del preciado azul egipcio, de una altura de 15 centímetros y 2,4 kilos.
El azul egipcio es un pigmento que no existe en la naturaleza y que se produce, al menos desde la mitad del año 3.000 a.C en Egipto y Mesopotamia, cociendo a una temperatura muy alta una mezcla de silicio, rocas calcáreas, minerales con cobre y carbonato de sodio. "El hallazgo en Roma, en ámbito imperial, de un cúmulo tan grande de azul egipcio confirma lo refinado y la altísima especialización de los artesanos que trabajaron en la decoración del palacio usando pigmentos tan preciados y costosos", afirmó el yacimiento en un comunicado.
El azul fue un color "perdido" durante siglos porque muchas culturas antiguas no tenían un término específico para describirlo y era difícil de obtener debido a la escasez de pigmentos naturales. Foto: EFE/Oficina de prensa del Parque Arqueológico del Coliseo.
Estos pigmentos ayudarán a los investigadores a conocer mejor su uso en el Renacimiento, como en el imponente fresco en el que Rafael mostró el "Triunfo de Galatea" en la Villa Farnesina de Roma. La "Domus Aurea" permaneció durante siglos escondida, hasta que en el siglo XV fue redescubierta de casualidad.
Tras ese descubrimiento fueron varios los artistas que descen descendieron a aquellos espacios subterráneos para copiar sus decoraciones.