Un helicóptero de la Policía fue derribado y un vehículo cargado con explosivos estalló cerca de la base aérea Marco Fidel Suárez. El Gobierno colombiano señaló a las FARC y al Clan del Golfo como responsables del ataque.
Colombia vivió una nueva jornada de violencia este jueves. Hubo dos ataques, que el gobierno atribuyó a la guerrilla, con un saldo de al menos 18 muertos y más de medio centenar de heridos.
El primero de esos ataques ocurrió durante la mañana. AFP reportó que miembros que estarían vinculados a la guerrilla derribaron un helicóptero y se enfrentaron a agentes de la policía en un ataque con fusiles y con un dron cargado con explosivos, con el saldo de 12 funcionarios muertos en Amalfi, en el departamento de Antioquia, al noroeste del país.
El segundo hecho se produjo en la tarde. Un camión cargado con explosivos estalló frente a una base aérea militar en Cali, al suroeste del país, la tercera ciudad más poblada del país. La detonación mató a seis civiles e hirió a más de 60, según el último balance de la Defensoría del Pueblo.
Las autoridades atribuyen los ataques a dos disidencias de las FARC, enfrentadas entre sí, que rechazaron el acuerdo de paz firmado en 2016 con el grueso de esa guerrilla.
Gustavo Petro, el presidente de Colombia, dijo a medios, tras una reunión con sus ministros y la cúpula militar en Cali, que el ataque en esa ciudad fue "una reacción" de los rebeldes ante operativos en una zona cercana de cultivo de hoja de coca, conocida como el Cañón del Micay.
"Estamos enfrentando a una mafia internacional, con bandas armadas aquí", dijo Petro. "El golpe a la población de Cali indudablemente es profundo, es brutal, es de terror", agregó.
El ataque en Amalfi, a unos 150 kilómetros de Medellín, fue atribuido a las disidencias bajo el mando de alias Calarcá. El escuadrón de policía que fue atacado trabajaba en una misión de erradicación de narcocultivos.
Tras el ataque, "el ejército nacional desplegó a todas sus tropas" y reforzó las actividades policiales en la zona con artillería y operaciones aéreas, según informó el general Hugo López, comandante de las Fuerzas Militares.
El alcalde de Cali, Alejandro Eder, ordenó de su lado el jueves la "militarización" de la ciudad y un aumento de la vigilancia en sus principales accesos terrestres. Se responsabilizó a guerrilleros al mando de alias Iván Mordisco.
Se estima que Colombia vive su peor crisis de seguridad en la última década, a un año de las elecciones presidenciales. El 11 de agosto falleció el candidato favorito de la derecha, Miguel Uribe, tras sufrir un atentado a disparos en la cabeza en un acto público en Bogotá.
El acuerdo de paz de 2016 trajo un periodo de tranquilidad. Pero expertos acusan al Estado de no haber llegado a los territorios donde operaban los rebeldes de las FARC, lo que facilitó la consolidación de otros grupos armados.
Desde que llegó al poder en 2022, Petro intenta negociar con todos los grupos armados. Sin embargo, la mayoría de los procesos están en un punto muerto. Solo avanzan las negociaciones con el Clan del Golfo en Catar, luego de varios intentos fallidos que iniciaron en 2023. También hay conversaciones con una pequeña escisión de la guerrilla ELN.
Fuente: TN