de

País

Caída de la natalidad en Argentina: un estudio afirmó que el escenario "es delicado"

Domingo, 25 de Mayo de 2025

En menos de diez años, la tasa de natalidad en la Argentina cayó un 40%. El dato se desprende de un informe del Observatorio del Desarrollo Humano y la Vulnerabilidad de la Universidad Austral, y encendió las alarmas por su impacto social, económico y demográfico.

Aunque se trata de un fenómeno multicausal, especialistas advierten que el país atraviesa este proceso en un contexto crítico, donde confluyen la inestabilidad económica, el envejecimiento poblacional y un deterioro estructural del mercado laboral.

Según el estudio, titulado "Estructuras familiares y cambios sociales. Una mirada de la realidad argentina", la baja en los nacimientos se profundizó entre 2014 y 2022, y es más acentuada en zonas urbanas, entre personas de mayor nivel socioeconómico y educativo.

La tendencia preocupa no sólo por el número en sí, sino por sus consecuencias: menos nacimientos hoy implican una mayor carga futura sobre los sistemas previsional, sanitario y de cuidados.

El economista Martín Kalos, director de la consultora Epyca, alertó que la Argentina está desperdiciando su "bono demográfico", es decir, el período en el que la población en edad de trabajar es proporcionalmente mayor a la dependiente.

"Estamos en una década de caída del PBI per cápita justo cuando hay más población joven en edad productiva. Es una oportunidad que el país está dejando pasar", explicó. A su vez, mencionó que la falta de perspectivas de mejora de los ingresos y el empobrecimiento de las familias condicionan directamente la decisión de tener hijos.

En paralelo, otro fenómeno se acentúa: el envejecimiento poblacional. La proporción de personas mayores de 65 años creció del 15% al 18% entre 2010 y 2022, mientras que el grupo de menores de 14 años se redujo del 39% al 33%. Esto altera la pirámide demográfica y genera tensiones sobre los sistemas de seguridad social.

"La contracara de la baja natalidad es el aumento de la población pasiva. Habrá más jubilaciones que pagar, pero cada vez menos personas aportando", sostuvo Kalos, quien también advirtió que el problema se agrava por la alta informalidad laboral.

La economista Candelaria Botto, consultada por este medio, explicó que "el triángulo demográfico se invirtió: hay más adultos mayores que personas jóvenes", lo que compromete la sostenibilidad del sistema previsional.

En este sentido, analizó que la propuesta del Gobierno de extender la edad jubilatoria responde a esta realidad. Además, destacó que el descenso de la natalidad es un fenómeno global, asociado a mejoras en la salud, el acceso a la educación y la participación femenina en el mercado laboral.

Sin embargo, el presidente Javier Milei introdujo otra lectura en el debate. Durante la cumbre empresarial de AmCham, vinculó la caída de los nacimientos con la legalización del aborto en 2020. "Ahora se están dando cuenta de que se les pasó la mano atacando a la familia, a las dos vidas, y lo estamos pagando con la caída en la tasa de natalidad", afirmó, y denunció "asesinatos en el vientre de las madres".

Las declaraciones del presidente fueron refutadas por expertas en demografía y género. "La natalidad empieza a caer en 2014, seis años antes de la legalización. Es un proceso asociado a cambios sociales profundos", señaló María de las Nieves Puglia, socióloga y directora del área de géneros de Fundar.

Además, subrayó que la legalización del aborto no implicó un aumento de los casos, sino que permitió su realización en condiciones seguras. Botto coincidió: "No es una afirmación basada en evidencia. Los abortos no aumentaron, pero sí se regularizaron y se evitó la clandestinidad".

Más allá de los factores estructurales, las especialistas señalaron que uno de los mayores obstáculos a la hora de decidir tener hijos es la carga desigual de las tareas de cuidado. "Las mujeres enfrentan una doble o triple jornada entre el trabajo remunerado y el no pago. Esa carga recae casi exclusivamente sobre ellas", explicó Puglia.

Esta desigualdad se agrava en mujeres de entre 30 y 50 años, que a menudo cuidan tanto de sus hijos como de sus padres, lo que dio lugar a la categoría de "mujeres sándwich".

La ausencia de infraestructura de cuidados también limita las posibilidades de conciliar maternidad y desarrollo profesional. "Sin esquemas que distribuyan esa responsabilidad y sin servicios como jardines, jornadas escolares extendidas o clubes barriales, no hay condiciones compatibles con la vida contemporánea", planteó Puglia.

Botto añadió que el Estado podría desempeñar un rol más activo: "Espacios de cuidado en los lugares de trabajo, licencias más equitativas y políticas públicas de apoyo podrían generar un entorno más propicio para la crianza".

El desafío, coinciden los expertos, es pensar una política integral que contemple tanto incentivos como condiciones estructurales para revertir la tendencia. La caída de la natalidad no es exclusiva de la Argentina, pero su impacto se agrava por la crisis económica, la desigualdad social y la falta de planificación estatal.