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San Rafael Entrevista Viernes, 4 de Noviembre de 2022

‘La danza es mi terapia y la forma en la que quiero vivir’

La talentosa bailarina sanrafaelina María José López se sumó al elenco del circo Servian cuando este visitó nuestra ciudad y decidió continuar con ellos la gira. Hoy brilla en el espectáculo y aspira a vivir día a día nuevos desafíos.

Viernes, 4 de Noviembre de 2022
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6/11/2022

San Rafael ha dejado demostrado en infinidad de oportunidades el talento y calidad de sus artistas en sus distintas expresiones, quienes a pesar de tener que inmigrar fuera de su tierra natal para triunfar, nunca se olvidan de sus raíces ni de quienes fueron sus formadores.

Tal es el caso de la joven bailarina María José López, quien con tan sólo 21 años y luego de ser seleccionada para formar parte del staff del circo Servian mientras permanecía en San Rafael, decidió aceptar la propuesta de sus directores artísticos y emprendió junto a ellos una vida nómade llena de nuevas experiencias, aprendizajes y sobre todo viviendo de aquello que tanto la apasiona.

Majo, como es conocida por todas, cuenta con una amplia trayectoria como artista. Desde pequeña supo que la danza era “todo” en su vida y con los años esto se fue intensificando a medida que se fue perfeccionando.

Hoy asegura que su sueño es seguir aprendiendo y tener nuevas oportunidades que la lleven a demostrar su talento en otros escenarios. Dialogamos con ella para conocer su presente, cómo es su vida en el circo, sus proyectos y mucho más.

¿Cómo llega la danza a tu vida? ¿Bailás desde siempre?

Empecé desde muy chica a los 4 años, mi hermana iba a flamenco a una escuela de danzas españolas y nos mandaron a las dos juntas, ella tenía 6 años. Así llega la danza a mi vida después por un lapso muy largo dejé la danza para probar con diferentes deportes como vóley y hockey, pero me di cuenta que era muy mala para el deporte (risas), y mi papá se entera de una escuela que estaba a la vuelta de mi casa la San Francisco Solano entonces empecé a ir, a la mañana iba a la escuela y a la tarde a la escuela artística.

Ahí tenía 11 años y empecé con folklore y desde entonces no dejé la danza nunca más. Igual creo que la danza siempre estuvo conmigo, porque me cuentan que espejo que yo veía me poní enfrente a bailar y en mi casa había música todo el tiempo, porque mis papás siempre han sido muy apasionados por la música, asique creo que ya lo traía conmigo, y como siempre era muy enérgica, muy eufórica, había que canalizarlo por algún lado (risas).

¿Y después vino el Polivalente no?

Claro después esa escuelita te daba la posibilidad de darte el pase al Polivalente para hacer la secundaria. Entré en la modalidad de danzas clásicas y contemporáneas, fueron 5 años de estar bailando todo el tiempo que no solo era porque me gustaba sino que también eran materias que formaban parte de la currícula.

Junto con el secundario seguí en la San Francisco Solano hasta los 15 años y después descubrí una academia de danzas urbanas y de danza jazz “Jazz Mundano” y dije voy a probar.

Y esa fue y es mi segunda casa hasta el día de hoy que me vine para Buenos Aires, pero sigo en contacto con mis compañeros y mis alumnos.

Jazz Mundano es una academia de vasta trayectoria, ¿sin dudas habrá sido también una gran formadora en tu camino?

Si Jazz Mundano me dio la posibilidad de poder crecer a nivel de danza y conocer lo que a mí me gustaba que hoy es lo que soy, bailarina de danza jazz, un estilo que conocí gracias a esta academia que me va a marcar toda la vida.

Además después vieron en mi la posibilidad de dar clases y ahí tuve mi primer trabajo como profesora, coreógrafa y bailarina.

¿La danza te habrá llevado a distintos escenarios? ¿Recordás el primero?

Si si recuerdo cada presentación, si bien soy muy olvidadiza con algunas cosas, en lo que respecta a escenarios lo recuerdo perfectamente. Recuerdo la primera vez que me subí al escenario con la escuelita Solano con mis compañeros, con las polleras de folklore que me hacían mis abuelas.

Cada momento tiene muchas cosas alrededor, mi familia siempre me acompañó y recuerdo muy patente tener a mis abuelas en primera fila y gritándome eufóricas.

Y después vinieron todas las presentaciones con la danza jazz, y los viajes al exterior con la academia a la que iba que tiene un foco muy lindo no solo de mostrarse localmente sino también fuera de Mendoza y gracias a ellos conocí otros países como Brasil y México, además de escenarios del país como La Pampa, Cordoba, Santa Fe, Buenos Aires, siempre compitiendo en diferentes certámenes. Algunas veces nos iba bien y quedábamos en los primeros lugares y otros no tanto, pero era lo que tocaba.

Después, con la escuela los cierres de la Expoarte cada año, que se tomaban muy a flor de piel y el cierre de quinto donde hicimos la obra Coco. Recuerdo esas épocas con mucha emoción.

Otro escenario que fue importante en mi vida, fueron las Vendimia, un escenario y una experiencia a la que volvería cuando tenga la oportunidad. Empecé con 16 años en la Vendimia “Historias de cosechas”, recuerdo que audicioné con muchísimos nervios porque fue la primera audición tan masiva, y de ahí seguí todos los años como bailarina y también estuve en una oportunidad como coreógrafa.

¿Y el circo, cómo surge la posibilidad de entrar?

Cuando llegó el circo a San Rafael este año yo estaba en la cooperativa del espectáculo La Pasión, la obra dirigida por Oscar Cruz, cuando se dio esa posibilidad, allí trabaja desde hace muchos años Analía Cuello, una bailarina también sanrafaelina que conocemos y nos pusimos en contacto con ella.

Nos comentó la posibilidad de audicionar para actuar en el circo mientras estuviera en San Rafael. Fui con muchos nervios a la audición que la tomó Ginett Servián junto a otros coreógrafos y al otro día me dijeron que había quedado, empecé los ensayos y a los dos días ya me tocó salir al escenario.

En ese momento trabajaba en un café, asique me levantaba a las 6 de la mañana para ir a trabajar a la tarde ensayos y a la noche hacíamos dos funciones, fue intenso pero estaba en San Rafael.

Cuando estaban llegando las últimas funciones me propusieron seguir y la verdad que no lo dudé y mi familia sabía que eso era lo que quería hacer. Y dije bueno voy, total en caso de no querer seguir en algún momento tenía la libertad de volverme cuando quisiera si lo deseaba.

¿Cómo es vivir esa experiencia cada noche? ¿Pensaste en algún momento que podía ser monótono repetir tanto un espectáculo?

Soy muy inquieta y siempre había hecho cosas diferentes todo el tiempo, probando coreos diferentes, asique sí en algún momento pensé que podía ser monótono. Pero la verdad que lo que pasa todas las noches atrás del circo es distinto y se vive diferente y con mucha intensidad.

Además el público siempre es distinto y eso es lo que te impulsa a salir con todo a dar lo mejor para ellos.

¿Estás aprendiendo mucho?

Si si todo el tiempo uno aprende y se perfecciona, te dan la posibilidad de aprender otras disciplinas. De hecho ahora estoy también tomando clases de trapecio y es algo que me gusta mucho también es un aprendizaje nuevo que estoy sumando.

¿Te ves por mucho tiempo en el circo?

Como te decía antes soy bastante inquieta y me gusta probar cosas diferentes, la verdad que no se cuánto tiempo estaré en el circo, si lo haré por mucho tiempo o no, pero ahora este es mi presente y me siento bien y creciendo un montón desde lo profesional.

¿Como es vivir en un circo?

Vivimos en una casilla con otra de mis compañeras, también bailarina, el espacio es reducido pero es muy cómodo, tenemos nuestro lugar para cocinar, nuestro baño, las habitaciones y con ella la verdad que tenemos una muy linda relación.

¿Donde están ahora?

Ahora estamos en La Plata en las últimas funciones, estamos hasta este fin de semana, después tenemos un receso tipo unas vacaciones y luego volvemos con todo para la temporada de verano que no sabemos todavía dónde continuaremos. 

¿Es además una oportunidad de conocer diferentes lugares del país?

Si esa es una oportunidad maravillosa, el ir conociendo diferentes lugares, diferente gente y ahora estar acá en Buenos Aires que es un lugar al que siempre había quería venir, porque para mí acá las oportunidades son distintas.

¿Te gustaría hacer teatro o estar en la tele en algún momento?

Soy una bailarina muy expresiva y todo lo que pueda aportar desde el teatro y la tele que van mucho de esa mano, de lo corporal y lo gestual, pero no se me sale de la cabeza la posibilidad de poder seguir viajando con la danza, son demasiadas metas, demasiados proyectos que tengo a futuro.

Pero creo que el teatro y la tele son metas que pueden ser cercanas y ojalá se me den en un lapso corto de tiempo.

¿Que representa la danza en tu vida?

La danza en mi vida me representa 100 por ciento a mí, creo que es lo más genuino que tuve y que voy a tener. Para mi es mi terapia y me emociona a decirlo, es mi cable donde me desapego a todo lo malo.

La danza literalmente es todo, es muy cursi y quizás todos los bailarines lo decimos pero realmente se siente así, es el punto donde nos encontramos y decimos bueno me fue muy mal en el día pero pongo música y me pongo a bailar y que fluya que sea lo que tenga que ser y de ahí salen un montón de ideas.

Lo tomo como mi forma de vida, como mi terapia y la forma en la que quiero vivir.