de
00:00 hs

San Rafael 25 de mayo Jueves, 25 de Mayo de 2023

Se desarrolló el solemne Tedeum por el aniversario de la Patria en la parroquia de la Villa

En el Solemne Tedeum, Monseñor Fray Carlos Maria Dominguez (OAR), llamó a "no pasar de largo" al ver nuestra Patria herida y a cuidar la fragilidad de cada ciudadano, afirmó.

Jueves, 25 de Mayo de 2023
Mediamendoza El Diario del Sur de Mendoza. Buscanos en Facebook, Twitter e Instagram

25/5/2023

Como es tradicional para esta fecha, la Villa 25 de Mayo se convirtió en el epicentro de los actos y festejos por el nuevo aniversario de la Patria.

Tras la realización del izamiento de las Banderas Nacional y Provincial, las actividades continuaron con el chocolate patrio en el SUM del distrito, para dar lugar posteriormente al Solemne Tedeum, que tuvo lugar en la parroquia del distrito Nuestra Señora del Carmen.

El mismo fue oficiado por el obispo Diocesano Carlos María Domínguez y contó con la presencia de las autoridades municipales, provinciales, eclesiásticas, policiales, entre otras.

Durante el Tedeum, el obispo diocesano se refirió a la parábola del Buen Samaritano  como "un ícono iluminador y provocativo capaz de poner de manifiesto la opción de fondo que debemos tomar para comprometernos en la construcción de nuestra Patria que muchas veces nos duele", indicó. "Ante tanto dolor; ante tanta herida; ante tanta desesperanza, la única salida es ser como el Buen Samaritano. Toda otra opción termina o bien del lado de los salteadores o bien de lado de los que pasan de largo, sin compadecerse del dolor del herido en el camino", agregó.

"No podemos vivir indiferentes ante el dolor, no podemos dejar que nadie quede "a un costado de la vida", marginado de su dignidad. Esto nos debe in-dignar. Esto debe hacernos bajar de nuestra serenidad para "alterarnos" por el dolor humano, el de nuestro prójimo, el de nuestro vecino, el de nuestro hermano en esta comunidad de argentinos", sostuvo Monseñor Domínguez.

Tomando el ejemplo de la parábola, el obispo invitó a preguntarnos a cuál de los personajes nos parecemos. " Si nos dejamos penetrar por la fuerza viviente de la Palabra de Dios que llega a nuestro corazón y, si extendemos la mirada a la totalidad de nuestra historia y a lo ancho y largo de nuestro país, todos somos o hemos sido como estos personajes: todos tenemos algo de herido, algo de salteador, algo de los que pasan de largo y algo del buen samaritano", afirmó.

"Nos hace falta reconocer la tentación que nos circunda de desentendernos de los demás; especialmente de los más débiles. Hemos crecido en muchos aspectos, aunque somos analfabetos en acompañar, cuidar y sostener a los más frágiles y débiles de nuestra sociedad. Nos acostumbramos a mirar para el costado, a pasar de lado, a ignorar las situaciones hasta que estas nos golpean directamente".

Ser samaritanos y no viajantes

Continuando con su homilía, Monseñor exhortó a dejarnos interpelar y miremos el modelo del buen samaritano. "Es un texto que nos invita a que resurja nuestra vocación de ciudadanos del propio país, constructores de un nuevo vínculo social. Es un llamado siempre nuevo, aunque está escrito como ley fundamental de nuestro ser: que la sociedad se encamine a la prosecución del bien común y, a partir de esta finalidad, reconstruya una y otra vez su orden político y social, su tejido de relaciones, su proyecto humano", expresó.

"Hoy, y cada vez más, hay heridos. La inclusión o la exclusión de la persona que sufre al costado del camino debe definir todos los proyectos económicos, políticos, sociales y religiosos. Esto debe ser así siempre pero especialmente en este año electoral en el cual se renovarán por las urnas las personas que aspiran a la laudable responsabilidad de integrar la dirigencia nacional, provincial y departamental".

"Enfrentamos cada día la opción de ser buenos samaritanos o indiferentes viajantes que pasan de largo", sostuvo Monseñor Dominguez. "La historia del buen Samaritano se repite: se torna cada vez más visible que nuestra desidia social y política está logrando hacer de esta tierra un camino desolado, en el que las disputas internas y los saqueos de oportunidades nos van dejando a todos marginados, tirados a un costado del camino", agregó.

A pesar de ello, la autoridad eclesial máxima del Sur mendocino expresó que cada día se nos ofrece una nueva oportunidad, "una nueva etapa para recomenzar". "Hoy estamos ante la gran oportunidad de manifestar nuestra esencia religiosa, filial y fraterna para sentirnos beneficiados con el don de la Patria, con el don de nuestro pueblo, de ser otros buenos samaritanos que carguen sobre sí el dolor de los fracasos, en vez de acentuar odios y resentimientos".

Como el viajero ocasional de nuestra historia, "sólo falta el deseo gratuito, puro y simple de querer ser Nación, de ser constantes e incansables en la labor de incluir, de integrar, de levantar al caído", afirmó.


"Comenzar de abajo y de a uno, pugnar por lo más concreto y local, hasta el último rincón de la patria, con el mismo cuidado que el viajero de Samaria tuvo por cada llaga del herido. Hagámonos cargo de la realidad que nos corresponde sin miedo al dolor o a la impotencia, porque allí está el Resucitado. Donde había una piedra y un sepulcro, estaba la vida esperando".

Casi finalizando su homilía, Monseñor reconoció que cada rincón de nuestra Patria, hay muchísimos "samaritanos" que le ponen el hombro a tantos heridos y se hacen cargo para que vuelvan a estar incluidos. " Por eso, en esta fecha patria, es una nueva oportunidad para acoger la interpelación de la Palabra de Dios para que, todos, desde nuestras responsabilidades, pongamos el hombro a la patria y pongamos la patria al hombro, como le gustaba decir al entonces Cardenal Bergoglio".


"Las dificultades que aparecen enormes son las oportunidades para crecer, y no la excusa para la tristeza inerte que favorece el sometimiento".

"No tenemos derecho a la indiferencia y al desinterés o a mirar hacia otro lado. No podemos "pasar de largo" como lo hicieron los de la parábola. Tenemos responsabilidad sobre el herido que es la Nación y su pueblo. La Patria está herida en nuestros hermanos más pobres y excluidos, en nuestras instituciones, en nuestros vínculos sociales, en nuestra economía y en la cultura del trabajo, en la educación", agregó.


"¡Cuidemos la fragilidad de nuestro Pueblo herido! Cada uno con su vino, con su aceite y su cabalgadura. Cuidemos la fragilidad de cada hombre, de cada mujer, de cada niño y de cada anciano, con esa actitud solidaria y atenta, actitud de projimidad del Buen Samaritano. Sólo así nuestra Patria será posada para todos, sin exclusión de ninguno".

"Que nuestra Madre, María Santísima de Luján, que se ha quedado con nosotros y nos acompaña por el camino de nuestra historia como signo de consuelo y de esperanza, escuche nuestra plegaria de caminantes, nos conforte y nos anime a seguir el ejemplo de Cristo, el que carga sobre sus hombros nuestra fragilidad", concluyó.

Cabe recordar que desde la Policía Vial se dispuso que a partir de las 13, la ruta entre El Cristo y la Villa 25 de Mayo tenga circulación sólo de ida. Esto se mantendrá hasta las 17. Quienes quieran regresar antes de ese horario, podrán hacerlo a través de la ruta 191 por Los Coroneles o bien por la zona de Sierra Pintada.

Fuente de la homilía de Monseñor Domínguez: debuenafedigital.com