El 11 de marzo del 2020, la Organización Mundial de la Salud anunciaba el inicio de la pandemia del Coronavirus (Covid-19), esa enfermedad de la que poco se conocía y que estaba causando tantas muertes en el mundo.
Días después, más precisamente durante la noche del 19 de marzo, en Argentina el presidente por ese entonces, Alberto Fernández anunciaba en cadena nacional el aislamiento social, preventivo y obligatorio, una "medida excepcional" que daría inicio a partir de las 0 del 20 de marzo y afectaba, entre otras cosas, el derecho a la circulación conjuntamente con esa sensación de paranoia permanente frente a un virus desconocido llegado de Wuhan y sin vacuna.
A partir de entonces, fueron varios los sistemas que debieron realizar una inmediata adecuación a la situación que se vivía, y si bien el más golpeado fue el sistema sanitario, no debemos restar importancia a la labor desarrollada por quienes conforman el sistema educativo. Ya que inmediatamente, tras el anuncio de Fernández, docentes, directivos, supervisores y funcionarios pusieron en marcha un plan de educación a distancia, que en principio sería por unos días y luego se extendió por más de un año.
En nuestra Provincia ese plan sigue aplicándose actualmente durante los días de contingencias climáticas como el viento Zonda, que frecuentemente en nuestra región afecta la normal circulación y deriva en la suspensión de clases, ahora presenciales, ya que durante esas jornadas se garantiza a través de herramientas como whatsapp y correos electrónicos, el normal desarrollo de actividades desde el hogar.
Cinco años después de aquel día, en el que se revolucionó en todo el país el sistema educativo, dialogamos con la subsecretaria de Educación de Mendoza, Claudia Ferraris, sobre el trabajo realizado y todo el aprendizaje que dejó aquella fortuita experiencia.