Durante una conferencia de prensa realizada este lunes en la Municipalidad de San Rafael para anunciar la reactivación de la obra del gasoducto, una intervención generó tensión en el acto. Fue cuando Pablo Ojeda, representante de la empresa que lleva adelante la obra, tomó la palabra y dejó en evidencia una parte poco mencionada del historial de esta obra: que ya había sido adjudicada durante la gestión del exgobernador Francisco "Paco" Pérez, pero nunca se concretó.
Ojeda explicó que, durante aquella administración peronista, la obra fue oficialmente otorgada pero jamás ejecutada. El dato no pasó inadvertido: en ese mismo período, el hermano de el actual intendente Omar Félix, Emir, ocupaba la jefatura comunal. Es decir, se trató de un fracaso compartido entre la gestión provincial y la municipal de aquel momento.
La incomodidad fue evidente. Apenas Ojeda terminó de exponer ese tramo de la historia, Félix intervino rápidamente, le retiró el micrófono y dio paso a otro funcionario que lo acompañaba. Fue un intento por desviar el foco, pero la escena ya había dejado al descubierto la falta de responsabilidad asumida por el oficialismo local.
El momento, aunque breve, sirvió para visibilizar algo que los actuales funcionarios han evitado mencionar: que durante el mandato de Félix como intendente, y con un gobierno provincial aliado, tampoco se cumplió con la ejecución del gasoducto que hoy anuncian como si fuera una novedad.
El episodio también dejó al descubierto una estrategia habitual: culpar a otras gestiones mientras se silencian los propios errores. La reacción nerviosa del Intendente y su apuro por cambiar de orador fueron elocuentes.
Este nuevo capítulo reabre el debate sobre la transparencia, la coherencia y la memoria política en torno a una obra largamente prometida y postergada.