Esta opción para los baños llega directamente desde Japón y promete imponerse con fuerza en los próximos meses. ¿De qué se trata?
La higiene personal está experimentando una revolución liderada por los washlets y otros inodoros inteligentes. Estos dispositivos van mucho más allá de una simple taza: incorporan chorros de agua de limpieza, secado integrado y, a menudo, funciones de tapa automática.
La idea nació en Japón y ya se están extendiendo por el mundo entero para reemplazar al papel higiénico de una manera más eficaz, cómoda y sostenible.
La superioridad del agua sobre el papel es el argumento central:
Higiene: limpieza profunda con agua, imposible de igualar con el papel seco.
Cuidado de la piel: un toque suave, ideal para pieles sensibles o condiciones médicas específicas.
Sustentabilidad: menos residuos (cero papel) y un impacto ecológico significativamente menor.
Economía: ahorro a largo plazo al eliminar la compra constante de rollos.
Mantenimiento: cero riesgo de atascos en el inodoro al reducir el uso de papel.
Aunque en Argentina la adopción aún es incipiente, esta tecnología gana terreno rápidamente. Más familias están decidiendo incorporar bidets eléctricos o manuales durante las construcciones nuevas o remodelaciones.
Se trata de una inversión inicial que se justifica con un fuerte retorno a largo plazo en confort diario y en la reducción de su huella ambiental. Es decir, una mejora de calidad de vida y una decisión ecológica.