El Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente a octubre mostraría un leve repunte respecto de septiembre, cuando la inflación oficial fue del 2,1%. De acuerdo con estimaciones de consultoras privadas, el registro del décimo primer mes del año se ubicaría entre 2,1% y 2,8%, impulsado principalmente por la suba de alimentos y bebidas. El dato oficial será difundido por el INDEC el miércoles 12 de noviembre.
Los analistas atribuyen el incremento a la presión del rubro alimenticio -el de mayor ponderación en la canasta- y a la volatilidad del dólar durante las semanas previas a las elecciones legislativas, que generó un traslado a precios. Pese a que la inflación general se mantuvo contenida, el comportamiento de los alimentos volvió a ser determinante en la dinámica del mes.
Según LCG, el nivel general de precios avanzó 2,5% mensual, con alimentos y bebidas en alza de 2,9% en promedio. Econviews y Libertad y Progreso proyectaron cifras entre 2,4% y 2,8%, mientras que Analytica estimó un 2,2%, casi sin variaciones frente a septiembre. C&T Asesores Económicos y Equilibra ubicaron sus proyecciones cerca del 2%, en tanto que PxQ registró el incremento más bajo, de 1,9%.
En términos desagregados, los alimentos no estacionales subieron 2,3%, y los rubros estacionales y regulados 1,9%. Entre los productos con mayores aumentos se destacaron lácteos, huevos, panificados y carnes. A ello se sumaron incrementos en el transporte público del Área Metropolitana de Buenos Aires, que incidieron sobre el nivel general de precios.
El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central también prevé una inflación cercana al 2%, mientras que la encuesta de la Universidad Torcuato Di Tella muestra una expectativa promedio de 3,96%, con mediana del 3%. Para los próximos doce meses, la UTDT proyecta una inflación esperada del 37%, lo que implica una leve baja frente a septiembre.
Con estos datos, los analistas coinciden en que la inflación de octubre marcará una leve aceleración, aunque aún dentro del rango de estabilidad moderada que el Gobierno busca mantener tras la contención cambiaria posterior a las elecciones.