En menos de un mes, varios hechos delictivos encendieron las alarmas en las inmediaciones de calle Butti y alrededores del boulevard, donde comerciantes y vecinos aseguran que la inseguridad se ha vuelto moneda corriente. Sin ir mas lejos, el lunes pasado alrededor de las 22.45, una joven de 18 años denunció el robo de sus pertenencias que se encontraban en el interior de su Peugeot 206.

El vehículo estaba estacionado sobre calle Butti, cerca de Santa Fe, cuando desconocidos forzaron la puerta del acompañante y se llevaron una campera, una cartera con entre 20 y 30 mil pesos, un teléfono celular Samsung A-14, licencia de conducir, tarjeta verde y documentación personal.

Tres días después, el 14 de agosto, la zona volvió a ser noticia cuando delincuentes ingresaron de madrugada al Centro de Rehabilitación SEMA, ubicado en Yrigoyen y Butti. Allí sustrajeron computadoras, dinero en efectivo y teléfonos celulares.

Lo más preocupante es que este centro no fue el único blanco: prácticamente todos los comercios aledaños han sufrido robos en el último tiempo.

Vecinos y comerciantes señalan dos problemas recurrentes: la escasa iluminación en las calles internas que rodean al boulevard, lo que favorece la actividad delictiva, y la presencia de "trapitos" en la zona, pese a que el cobro por estacionamiento informal está prohibido. "Están todo el día y la noche mirando, creemos que tienen que ver con lo que pasa", expresaron con indignación algunos frentistas.

Mientras tanto, la policía continúa con las investigaciones, pero la sensación de inseguridad crece y los vecinos exigen mayor presencia policial, control de los trapitos y mejoras en la iluminación para prevenir nuevos hechos.